Esta apuesta debe estar comprendida entre los valores mÃnimo y máximo de la mesa. Estos valores varÃan de una a otra mesa, a criterio del casino, y están indicados claramente en cada una de ellas.
Cada jugador juega en su turno, que va pasando de izquierda a derecha del croupier (para los jugadores, sentados frente al croupier, el propio turno se desarrolla entre el del jugador de su derecha y el de su izquierda).
Si el valor de las cartas es igual a 21 tantos, pero no es un Black Jack (los 21 tantos se han conseguido con más de dos cartas), la jugada sólo perderá si el croupier obtiene Black Jack.
Si el valor de las cartas de un jugador supera los 21 tantos, se dice que el jugador se ha pasado y pierde el valor de la apuesta, que es recogida por el croupier.
Todas las apuestas se cobran a la par, excepto los Black Jack.
EL seguro. Cuando el primer naipe del croupier sea un as, los jugadores tienen la posibilidad de asegurarse contra el posible Black Jack de la banca.
El croupier ofrece esta posibilidad a todos los jugadores, que pueden aceptarla antes de que empiece a jugar el primer jugador, es decir, antes de que este jugador hable para plantarse o pedir carta.
Los seguros se hacen depositando una cantidad en el lugar destinado a ello frente a cada jugador. Esa cantidad puede ser, como máximo, igual a la mitad de la apuesta realizada por el jugador.
Los pares. Cuando un jugador recibe las dos primeras cartas del mismo valor, tiene la posibilidad de desdoblar su juego en dos manos independientes.
En caso de hacerlo, el jugador separa las dos cartas y pone junto a la segunda una apuesta igual a la suya inicial.
Cada una de estas cartas es parte de una jugada independiente y los lÃmites mÃnimo y máximo de cada una de ellas debe tomarse aislada a independientemente, asà como su valor y destino (obtener Black Jack en una no implica que se cobre 1,5 veces el valor de las dos jugadas; pasarse en una no implica perder lo apostado en las dos).
Sobre cada una de las cartas separadas se juega de derecha a izquierda en las condiciones indicadas en el juego simple. Si formase un nuevo par, podrá separarlo y depositar otra apuesta igual.
Existen dos limitaciones sobre el juego a pares. En caso de separar dos ases, el jugador sólo puede pedir una carta sobre cada uno de ellos. Por otra parte, en caso de desdoblarse con dos ases o dos dieces y totalizar en alguna de las jugadas o en las dos 21 tantos con el siguiente naipe, la jugada no se considerarÃa Black Jack, sólo cobrarÃa una vez la apuesta y perderÃa si el banquero hiciera Black Jack.
Apuesta doble. Cuando el valor de los dos primeros naipes de un jugador es de 9, 10 a 11 tantos, el jugador puede doblar su apuesta. En este caso, sólo recibirá un naipe suplementario.
Esta posibilidad se admite en todas las jugadas, comprendidos los pares.