El Solitario

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El Solitario

INTRODUCCIÃ?N
Se ha atribuido la invención de este juego a un desafortunado aristócrata francés del siglo XVIII, quien, confinado en la Bastilla, se entretuvo en sus largas horas de reclusión desarrollando en un tablero del juego del zorro y las ocas este ingenioso solitario, o juego para una sola persona. También se afirma que se trata de un juego árabe cuyo origen se remonta a tiempos inmemoriales.

Sea como fuere, el solitario emigro a Inglaterra, donde causó tirror durante la época victoriana. Actualmente constituye uno de los entretenimientos preferidos por los ejecutivos norteamericanos, y en los últimos años se han llegado incluso a publicar varios tratados en los que analiza su desarrollo matemático; y es que, aun con su planteamiento tan simple, este juego resulta bastante difícil.

MATERIAL
El típico tablero redondo con treinta y tres hendiduras en forma de cruz.
Treinta y dos piezas, distribuidas en todas las hendiduras del tablero, excepto la central.

OBJETIVO
Partiendo de un solo punto libre, generalmente el central, se deben eliminar todas las piezas, excepto una, mediante saltos por encima de éstas hacia un hoyo libre inmediato.

DESARROLLO DEL JUEGO
La forma de juego más popular es la que distribuye las piezas canicas ocupando todos los hoyos, excepto el central.

* Las piezas sólo pueden desplazarse saltando por encima de otra hacia un hoyo inmediato que esté vacío, hacia adelante, hacia atrás o hacia ambos lados, pero en ningún caso en diagonal. La pieza por encima de la cual haya saltado otra es eliminada del tablero.
* El juego termina cuando sólo quede una pieza en el tablero. Existe otra modalidad, mucho más difícil e interesante, que exige que esta última pieza quede situada en el hoyo central.

Disposición inicial de las fichas en el juego del solitario.

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