Juegos Sencillos

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Juegos Sencillos

INTRODUCCIÃ?N
En este capítulo dedicado a los juegos de azar hemos querido guardar un espacio para una serie de pequeños juegos que, más que tener características y vida propia, son más bien utilizados para definir quién para en otros juegos o para establecer el orden de tirada. Son juegos rápidos que se han utilizado desde siempre y por ello, a pesar de su simplicidad, hemos decidido incluirlos en esta selección.

CARA O CRUZ
Para este juego sólo necesitamos una moneda. Uno de los dos jugadores pedirá cara o cruz, quedando para el otro la opción que éste no haya escogido. Se lanza la moneda al aire, y se deja caer al suelo; ganará quien haya escogido la opción resultante.
Como es obvio, la cara corresponde a la efigie que en casi todos los casos se ve representada en el anverso de una moneda, mientras que la cruz será el escudo u otra inscripción que se encuentran por lo general en el reverso.

LAS PAJITAS
En este juego, uno de los jugadores será el encargado de llevar a cabo el ritual previo a la puesta en acción. Se prepararán tantas pajitas como jugadores intervengan, de manera que sean de diferente longitud, formando una escala de menor a mayor.
El jugador colocará las pajitas en su mano, entremezclando las lar­gas con las cortas, y procurando que sólo sobresalgan, de forma visible, los extremos de las mismas, totalmente alineados, de manera que parezca que todas son iguales. Acto seguido, los jugadores irán cogiendo una pajita cada uno. Al final se habrá obtenido un orden de ganador a perdedor, según la longitud de la pajita que haya correspondido a cada jugador.

PARES O NONES
Este juego guarda cierto parecido con el denominado "Piedra, papel, tijera", pero es mucho más sencillo. Participan en él dos jugadores que se sitúan frente a frente. Uno de los jugadores escoge si desea pares o nones, quedando al final una opción para cada jugador.
Hecho todo esto, ambos alargan su mano derecha, con el puño cerrado, y dicen en voz alta, a la vez que mueven de izquierda a derecha los puños, "Un, dos, tres, pares o nones", tras lo cual, y rápidamente, abren sus puños, e indican con los dedos un número del cero al cinco; para marcar el cero el puño se mantendrá cerrado. Al sumar los dedos estirados de cada mano, si el resultado es par, gana el jugador que ha pedido "pares"; si por el contrario es impar, ganará el de la opción "nones".

¿EN QU� MANO ESTà LA MONEDA?
Uno de los jugadores cogerá una moneda o cualquier otro objeto que le quepa en la mano. Cerrará los dos puños y los esconderá detrás de la espalda. En esta posición, se pasará la moneda de una mano a otra y hará todo lo posible para confundir al contrario. Finalmente, extenderá sus brazos, con los puños cerrados, y el otro jugador deberá adivinar en cuál de las dos manos está la moneda. Si acierta, habrá ganado.

TIRAR LOS DADOS
Este sistema se utiliza, generalmente, en los juegos de tablero en los que intervienen los dados. Sencillamente consiste en tirar uno o varios dados, y el jugador que consiga la mejor puntuación es el que gana.




EL PALO
Para realizar este juego se precisa un palo, el mango de una escoba o similar. Los jugadores irán agarrando el palo con su mano, uno a uno y muy rápidamente, empezando por la parte de abajo y en sentido ascendente, de manera que los puños de cada jugador vayan tocándose. La operación se sigue realizando mientras quede espacio en el palo para colocar un puño entero. Gana el que logra ocupar esta última posición.

MANO CONTRA MANO
Dos de los jugadores, a título individual o en representación de sus respectivos equipos, extienden los brazos, el uno frente al otro, y se tocan, mano con mano, con las puntas de los dedos. Uno tendrá la palma de la mano hacia abajo y el otro hacia arriba. Este último, en un rápido movimiento de giro, tratará de golpear los dedos del adversario antes de que éste retire su mano. Si lo consigue habrá ganado; y si no, se invierten las posiciones. Ganará el primer jugador que logre atizarle a los dedos del rival.

LA CAJA DE CERILLAS
Se depositan en una mesa todas las cerillas de una caja. A continuación los jugadores, uno a uno, irán cogiendo una cerilla hasta que sólo quede una. El jugador que tenga la suerte de cogerla, al corresponderle por turno, habrá ganado.



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