El juego proviene de Oriente, donde antiguamente se practicaba utilizando pequeñas piedras. Hoy es conocido en todo el mundo y muy apreciado por aquellos que gustan de un juego cuyo instrumental completo se obtiene con una caja de cerillas.
Para empezar, deben colocarse las cerillas en varios grupos, no importa cuantos. Cada jugador coge por turno una, varias o todas las cerillas de un mismo grupo. El que coge la última gana. Veamos un ejemplo de disposición inicial.
Con la práctica descubrirá que este juego se basa en la pura lógica, tanto es asà que si el jugador que sale juega bien, nunca puede perder.