e.Opciones y señas En la gran mayorÃa de jugadores, claro está, las dos primeras cartas que reciba le darán al jugador un total comprendido entre 2 (as + as) y 20 puntos (10 + 10). Como se comprenderá, existe una manera más óptima de jugar cada posible combinación de cartas que le pueden salir al jugador, dependiendo de cual sea la carta destapada del que tiene la mano.
El jugador tiene cuatro opciones. Puede decidir entre «plantarse», pedir nuevas cartas, «dividir» su juego (cuando sus dos cartas tienen el mismo valor) y doblar (su apuesta). Si tras pedir más cartas sobrepasa el total de 21, pierde. Una mano de puntuación entre 12 y 16 en la que se puede perder al pedir una carta más, se conoce como «fiambre».
Señalando la decisión: «plantarse» y pedir carta
La «división» de las cartas, que implica jugar cada carta por separado, se indica por el jugador disponiendo una carta al lado de otra y encima de la segunda carta la apuesta inicial. La opción consistente en doblar la apuesta se indica colocando al de la apuesta inicial, otra por el mismo valor. Una vez se ha doblado la apuesta, sólo se permite pedir una carta más. Las posibilidades de dividir las cartas y doblar la apuesta, se presentan normalmente cuando el banquero se dirige al jugador preguntándole (sobre todo si el juego es descubierto y, especialmente, si el jugador es nuevo en el juego) si desea inclinarse por alguna de ellas.
Señalando la decisión: dividir el juego y doblar la apuesta
f.Cómo juega el banquero Cuando cada jugador de la mesa ha terminado de elaborar su juego, el banquero, que ha destapado una de sus dos cartas ya desde el principio, descubre su segunda carta o, en el caso del sistema europeo, juega su segunda carta ya destapada. De acuerdo con una fórmula muy precisa, toma un naipe más si su total es inferior a 17 y se planta si es 17 o superior. En muchos casinos el banquero lo mismo puede jugar un 17 «suave», como por ejemplo as + 6 ó as + 2 + 4, que un « 17 fuerte». Pero en algunos otros, sólo tiene permitido jugar un «17 suave» lo cual incrementa la ventaja de la casa en un 0,2 %. En cualquiera de los casos, no tiene opción. Sólo el jugador tiene oportunidad de variar el juego, y es precisamente aquà donde radica el gran reto del blackjack.
Si el banquero pierde por sacar una carta que le sitúa por encima de los 21 puntos, cada uno de los jugadores que tengan juego será pagado independientemente de cual sea su resultado. Pero la casa contará para ello con el dinero ganado a los jugadores que han perdido antes: esta es su principal ventaja. Por asà decirlo, cuando ambos bandos pierden no se apartan las apuestas, sino que gana la banca. En la versión jugada en Nevada, normalmente los jugadores adelantan sus cartas sobre la mesa para indicar que pierden la jugada; el banquero recogerá todas las cartas al final del juego. Por otra parte se considera de buena educación que el jugador lo anuncie de inmediato cuando se pasa de los 21 puntos para facilitar que el juego siga su curso plácidamente.
Si el banquero (recuerde que va tomando cartas mientras su suma total sea inferior a 17) obtiene un total comprendido entre 17 y 21, debe pagar las apuestas de todos aquellos jugadores cuya suma de puntos exceda a la suya, y embolsarse las de aquellos otros con puntuación inferior a la suya.
FÃjese como lÃmite 40 unidades. Apueste primero 10 unidades de una en una. Si gana 5 unidades, aumente el valor a 2 unidades en una serie de 5 apuestas (un capital de 10 unidades). En caso de que consiga ganar otras 4 apuestas, con lo que el beneficio sumarÃa un total de 13 unidades, aumente nuevamente el valor, ahora a 4 unidades. Si en estas condiciones logra usted ganar en tres ocasiones más, lo que le supondrÃa un beneficio total de 25 unidades, ¡perfecto, lo está haciendo muy bien! Acto seguido, recoja su dinero y váyase a tomar unas copas a costa de las ganancias. Si presiente que la suerte continuará estando de su lado, puede volver a la mesa y empezar a jugarse sus beneficios en apuestas de un valor superior al último que esgrimió, o simplemente ponga en práctica nuevamente desde el principio el mismo sistema; en ambos estará usted jugando con «el dinero de la casa».