El «five card stud» (stud de cinco cartas), simplemente llamado stud, es la segunda forma de poker clásico. Difiere radicalmente del draw poker (poker de descarte) en que a excepción de la primera, que se entrega boca abajo, todas las otras cartas se reparten, una por una, boca arriba. Ello significa que en cualquier momento del juego, cada jugador puede comprobar cuál de los otros tiene aparentemente la mejor jugada. Por otra parte, mientras en el draw sólo se dan dos tandas de apuestas, en el stud se dan cuatro.
El stud de cinco cartas: secuencia de reparto y apuestas
Otra diferencia crucial del stud con respecto al draw reside en que debido a que en cada tanda apuesta en primer lugar el jugador que tenga la jugada más alta a la vista, la posición de los jugadores cambia a medida que se va completando el reparto. Puede ocurrir, por ejemplo, que hable un jugador con un rey en la primera tanda, que en la segunda lo haga otro que haya recibido un as y que en la siguiente lo haga un tercero que posea una pareja baja.
Stud de cinco cartas: probabilidades en una partida con siete jugadores
Cartas descubiertas que ligan
Probabilidades
Probabilidades de emparejar la carta tapada con una de las tres últimas cartas:
0 1 2
1 contra 4 1 contra 6½ 1 contra 14
Probabilidades de formar un trÃo con una de las tres cartas siguientes (empezando con una pareja)
0 1
1 contra 6½ 1 contra 14
El stud de cinco cartas es un juego para jugadores valerosos que gusten del farol: si su jugada aparece ante la mesa como la mejor o usted cree que realmente lo es, debe apostar sucesivamente por ella. El no hacerlo serÃa entendido como un signo de debilidad por sus adversarios y significarÃa dejarles el paso libre. Por lo general, se hace necesario decidir entre continuar en el juego o abandonarlo en la tercera carta. Y, por consiguiente, aquel jugador que haga una apuesta fuerte en la cuarta carta, muy probablemente no tendrá que lamentarse de ello al final de la partida.
El stud de cinco cartas ha experimentado una notable decadencia en los últimos años. Tanto los jugadores profesionales como los expertos lo consideran demasiado mecánico: se debe entrar en juego disponiendo de un reducido abanico de buenas jugadas, y en todo momento es evidente la de cada cual. Además, los casinos no tienen acceso en este juego a la misma rentabilidad que en otros. Por todo ello, el hold'em está muy en boga actualmente y es el primer juego del «salvaje oeste». Con todo, el stud de cinco cartas constituye un gran desafÃo al temple y habilidad y puede ser jugado únicamente por dos jugadores.