Poker: High low

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La idea del «high-low» o «hi-lo poker» es la de incrementar la acción. Cuando un jugador puede utilizar sus cartas tanto para una jugada alta como baja o para ambas, se le ofrece una doble razón para mantener sus apuestas. Si no es posible hacer la jugada de una manera, se puede intentar hacerla de la otra. El «bote» se reparte a partes iguales entre la jugada más alta y la más baja una vez se han mostrado las cartas. El highlow es particularmente popular en juegos sociales donde los jugadores desean apostar fuerte. Exige al jugador más habilidad, pero menos paciencia para esperar buenas manos.

La forma principal de high-low es el stud de siete cartas, pero puede jugarse también con cinco, tanto en stud como en draw o en cualquier otra combinación. Una regla bien conocida es que la clave del high-low stud de siete cartas está en buscar jugadas bajas. Ello es debido a que si se empieza con una jugada baja como A-2-3 y no se consigue mejorarla, queda todavía la oportunidad de convertirla en una jugada alta haciendo doble pareja mayor de ases o escalera. Pero si se empieza con cartas altas, como K-Q-J, y no se mejora, entonces no puede reconvertirse en mano baja.

Las mejores jugadas para empezar son las formadas por tres cartas bajas hasta un 7, y que incluyan preferiblemente un as. Dos cartas bajas y una pequeña pareja, como (2-6)6, o una carta no ligada como (K-5)6 es una jugada débil, porque se necesita conseguir tres cartas bajas entre las cuatro siguientes para completarla. Con un juego perdedor, existe la posibilidad de quedarse, ver una carta más y mantenerse a la espectativa. Una jugada como (4-5)4-5 tiene tintes de farol, pues parece ser baja y sólo cuenta con una probabilidad contra tres de mejorar a full, dependiendo del número de cartas favorables que hayan salido ya.

Tres cartas de escalera o de color constituyen una jugada aprovechable, pero a menos que se tenga un as más una carta baja para el color o cartas bajas para la escalera, no es muy flexible. Tres cartas bajas del mismo palo como A-6-7 o en escalera como 3-4-5 excelentes jugadas para subir, quizás incluso demasiado (mejor esperar y ceder la iniciativa).

Otras parejas altas que no sean de ases son virtualmente ineficaces en este juego, a menos que mejoren a trío inmediatamente; y aun así continuarían siendo muy vulnerables. La razón de verse a menudo forzado a jugar una pareja alta es que, entrando con, por ejemplo, (A-2)6, se deseen tomar dos reyes en las dos cartas siguientes. Este es el momento crítico en que se debe optar entre intentar conseguir la mitad del «bote» haciendo una doble pareja o abandonar inmediatamente.

La exhibición de las cartas en el high-low aporta toda una nueva dimensión al juego. Hay tres maneras de determinar los vencedores en el high-low:

  • (1) Las cartas hablan: simplemente se giran las cartas boca arriba cuando terminan las apuestas, y las mejores jugadas (la más alta y la más baja) se reparten el «bote». Con una jugada como (A-3)2-J-5-4(7), es posible ganarlo por entero, puesto que contiene una escalera (5-4-3-2-A) como mano alta y un 7 como carta más baja.
  • (2) Declaración del último mejor: el último jugador en igualar (o si alguien pasa, la jugada más alta descubierta) declara verbalmente su jugada y los demás le siguen en el orden según sus posiciones en la mesa.
  • (3) Declaración simultánea: todos los jugadores al mismo tiempo indican a qué van (alto o bajo), tomando una ficha o moneda en sus manos (ninguna ficha para bajo, una para alto y dos para ambos).
El primer método, utilizado en los casinos americanos, es el más simple. No ha lugar a debate ni error. Las cartas hablan. Y hay menos posibilidad de choque entre los jugadores, que es siempre un riesgo.

El segundo método (a veces llamado poker de contrato) es muy recomendable, puesto que añade otro elemento de habilidad al juego. Al ser el último jugador que apostó quien declara el primero, hay a menudo un considerable ajetreo en la tanda final de apuestas. En una mano marginal, por ejemplo, el jugador que consigue hablar el último puede encontrarse en la envidiable posición de que todos sus adversarios hayan hablado en el mismo sentido, por lo que puede declarar en sentido inverso y asegurarse, de una manera fácil y sin riesgos, la mitad del «bote».

El tercer método, el de la declaración simultánea, desde mi punto de vista preferible a los otros, es quizás el más equitativo. Al verse obligados a decidirse a ir en una u otra dirección (a alto o a bajo), los jugadores han de estimar las posibilidades de su jugada en relación a las demás y emitir un juicio. Ello requiere mucha más habilidad que el primer método, por el cual las cartas hablan por sí solas.

La regla usual (que no invariable) del high-low obliga al jugador que declare ir en ambos sentidos, a ganar totalmente en ambos sentidos. Es decir, si tiene la mejor jugada alta pero solamente liga las cartas en la baja, pierde ambas mitades del «bote», el jugador con la siguiente mejor jugada se llevará la mitad alta. Puede que un jugador tenga una «rueda» o un «cierre» para la mano baja, lo cual lo haría imbatible: pero si es otro jugador el que consigue la jugada, el declarante de high/low sigue perdiendo el «bote». Este es el gran desafío de ir al high/low e intentar ganarlo todo.

Se requiere una diferente aproximación en relación al método de la declaración. Supongamos, como muestra el ejemplo de la ilustración ,que quedan tres jugadores. Usted es el jugador C, que tiene doble pareja mayor de ases y un 8 como carta más baja, lo que parece conformar un buen juego en ambos sentidos.

Sin embargo, pueden amenazar ciertos peligros. El jugador B puede tener una escalera o incluso color: usted ha de asumir que tiene cartas altas si ha permanecido en el juego hasta el final. En el caso del jugador A, parece ser que ha ido a buscar un 7 como carta más baja.
High-low: ejemplo de exhibición de las cartas

Si se juega de acuerdo con el primer método (las cartas hablan), usted tendría que apostar con fuerza. Tiene una buena jugada en ambos sentidos y, si uno de sus adversarios no consiguió finalmente la carta que deseaba podrá dar por seguro ganar la mitad del «bote», (y posiblemente lo gane todo). En lo que respecta a sus adversarios, podría usted apostar forzándolos.

Con el segundo método (declaración consecutiva), usted puede maniobrar de manera que se sitúe en la mejor posición. A (que tiene una pareja boca arriba), debe apostar en primer lugar, por lo que tanto hable B como abandone, podrá contar con la ventaja de declarar el último.

Jugando según el tercer método (declaración simultánea), usted está en una posición un tanto más débil. Si A no iba por un 7 como carta más baja, posiblemente tenga tres treses (pues no ha aparecido ningún otro). Mientras que B, aunque ciertamente parece ir alto, podría razonablemente escurrirse con un 8-5 bajo.

Las variables en este tipo de ecuación hacen del high-low poker un juego casi tan complicado como el ajedrez. Si se quiere mantener la iniciativa, yo recomendaría apostar agresivamente para ver como reaccionan los demás jugadores. ¿Es A un jugador que únicamente ha entrado viéndose forzado a hacerlo? ¿Es B un jugador que gusta de los faroles? ¿Cuánto dinero está en juego si alguien vuelve a subir su apuesta? Al final, usted debe contrastar su juicio de los jugadores.

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