Página 7 de 7
6.Discusión
Si hay 2 cÃrculos concéntricos, la pelota puede rebotar en el cÃrculo interno y pasar más allá del cÃrculo externo, de otra manera el cÃrculo interno no tiene ningún propósito. Un juego en el que la pelota se tira sólo a través del aire requerirÃa un cÃrculo, pero no dos y uno muy grande para ello. Varias canchas pudieron ubicarse en los baños, o en yardas privadas como en la villa de Plinio, que sugiere dimensiones moderadas.
Stephen Benko (en uno de sus libros aún no identificado) hace referencia a criminales condenados que a veces se los hacÃa jugar este juego hasta la muerte en la arena (presumiblemente el ganador no era ejecutado).
Hemos investigado este tema para intentar encontrar alguna evidencia histórica o arqueológica que corrobore en el diseño de las canchas. Aún no se han encontrado canchas con cÃrculos inscriptos, o, si estaban, no se reconocieron como tales. Las canchas públicas de pelota, llamadas sphaerista, servÃan para múltiples propósitos y además se podÃan dibujar en el polvo las lÃneas para Harpastum, los triángulos para Trigon o los cÃrculos para la Pelota Romana, cuando fuera necesario. La palaestra era un campo grande usado por atletas y también para juegos de pelota. Las canchas privadas de pelota pueden haberse construido con pisos de piedra. Nuestra esperanza es que se encuentre alguna villa con una cancha de piedra como ésta, pintada o incrustado con dos cÃrculos concéntricos.
Hemos tratado de jugar variaciones de este juego, y descubrimos que es muy bueno en su forma más simple. Aunque puede haber reglas adicionales, ninguna parece ser necesaria. Casi cualquier número de jugadores se puede acomodar alrededor del cÃrculo exterior.
Además presentamos las reglas del juego como lo hemos reconstruido, esperando nueva evidencia que puede ser descubierta por arqueólogos. Lo admitimos, la evidencia es escasa, y sin la última corroboración, estas reglas pueden representar una invención más que una reconstrucción. Aunque no podemos estar absolutamente seguros que hemos reconstruido correctamente el juego, podemos estar seguros que este simple juego fácilmente pudo haber sido descubierto y jugado por los romanos o cualquier cultura capaz de hacer una pelota que rebotara y de dibujar cÃrculos en el piso.