El Satiricón de Petronio

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El Satiricón de Petronio
El siguiente pasaje se extrajo del Capítulo5, traducción de Graciela Korolik:


Al menos el tercer día había llegado con su perspectiva de una comida gratis y quizás nuestra última comida en esta tierra. Pero ya nuestros pobres cuerpos estaban tan magullados y deteriorados que escapar, aún si nos costaba una comida, parecía preferible en lugar de permanecer donde estábamos. Mientras estábamos melancólicamente preguntándonos cómo podríamos evitar la orgía esperada para nosotros con Quartilla, uno de los esclavos de Agamenón vino y disipó nuestra desesperación. "¿Qué están comiendo?" preguntó. "¿Han olvidado dónde van a ir esta noche? Trimalchio les da la comida. �l es un verdadero lujo. Tiene un gran reloj en su comedor y un corneta uniformado que sopla un cuerno cada hora así el viejo no olvidará cuán rápido corre su tiempo." No es necesario decir que olvidamos nuestros problemas rápido cuando oímos esto. Nos metimos en nuestras mejores ropas, y cuando Giton se ofreció muy suavemente a actuar como nuestro sirviente, le dijimos que nos acompañara a los baños.

Allí vagamos primero sin desvestirnos. O mejor dicho bromeábamos, mezclándonos con varios grupos de bañistas en sus juegos. De repente avistamos a un hombre viejo y calvo con una camiseta larga y roja, jugando a la pelota con un montón de muchachos esclavos de pelo enrulado. No era a los muchachos a los que miraban nuestros ojos... sino al viejo. Ahí parado, ataviado con camiseta y sandalias, nada más, haciendo rebotar una gran pelota verde del color de un puerro. Cuando se le caía una pelota, además, nunca se molestaba en inclinarse para buscarla, sino que simplemente agarraba otra de un esclavo que permanecía al lado de él con un enorme saco lanzando pelotas nuevas a los jugadores. Esto chocaba bastante, pero el verdadero refinamiento era dos eunucos parados al lado del círculo, uno asiendo un orinal de plata sólida, el otro contando las pelotas. Sin embargo no estaba anotando los puntos del jugador, sino solamente contando cualquier pelota que se caía al piso. Mientras estábamos abstraídos mirando como tontos a estos elegantes gimnastas, Menelao vino precipitadamente. "¡Es él!" susurró, "ése es el tipo que nos da la comida. Lo que están viendo ahora es sólo el preludio del show." Estas palabras apenas salieron cuando Trimalchio dio un gran chasquido con sus dedos. El eunuco vino con el orinal, Trimalchio vació su vejiga y continuó alegremente con su juego. Cuando termino, pidió agua, delicadamente metió las puntas de sus dedos y secó sus manos en el largo cabello de un esclavo.


Se ha omitido una frase levemente inapropiada (para el mundo moderno) sin afectar el contenido. El tono de este pasaje es satírico. El estado que ellos contaban las pelotas que caían al piso en lugar de los puntos de los jugadores puede ser un comentario humorístico de cuán mal jugador era Trimalchio, pero una lectura cuidadosa del latín original sugiere que esta era una "innovación" en el puntaje del juego. Era una práctica común, hasta ese entonces, que un jugador ganara un punto cuando atrapaba una pelota. Sin embargo, dando el puntaje a una caída, no cambia de ningún modo la naturaleza del juego y parecería proveer más motivación de parte del tirador. El puntaje de este modo también tiene más similitud al del handball.

El pasaje da a entender que el jugador que tenía la pelota, en este caso Trimalchio, la hacía rebotar, y debe suponerse que hiciera rebotar la pelota para los otros jugadores. Balsdon, que usó la misma traducción de Arrowsmith, parece ignorar este hecho. No todas las traducciones usan el término "rebotar", pero las traducciones de Arrowsmith son ejemplares.

Lo que sigue es el latín original, en el que el lector puede notar que no se refiere al juego como trigon o a los jugadores como trigonalis. Ni se refiere a la pelota como una trigon, y dos veces se refiere al círculo alrededor del cual jugaban.


Venerat iam tertius dies, id est expectatio liberae cenae, sed tot vulneribus confossis fuga magis placebat quam quies. itaque cum maesti deliberaremus quonam genere praesentem evitaremus procellam, unus servus Agamemnon interpellavit trepidantes et 'quid? vos' inquit 'nescitis, hodie apud quem fiat? Trimalchio, lautissimus homo horologium in triclinio et bucinatorem habet subornatum, ut subinde sciat quantum de vita perdiderit.' amicimur ergo diligenter obliti omnium malorum, et Gitona libentissime servile officium tuentem [usque hoc] iubemus in balneum sequi. nos interim vestiti errare coepimus, immo iocari magis et circulis ludentium accedere, cum subito videmus senem calvum, tunica vestitum russea, inter pueros capillatos ludentum pila. nec tam pueri nos, quamquam erat operae pretium, ad spectaculum duxerant, quam ipse pater familiae, qui soleatus pila prasina exercebatur. nec amplius eam repetebat quae terram contigerat, sed follem plenum habebat servus sufficiebatque ludentibus. notavimus etiam res novas. nam duo spadones in diversa parte circuli stabant, quorum alter matellam tenebat argenteam, alter numerabat pilas, non quidem eas quae inter manus lusu expellente vibrabant, sed eas quae in terram decidebant. cum has ergo miraremur lautitias, accurrit Menelaus et 'hic est' inquit 'apud quem cubitum ponitis, et quidem iam principium cenae videtis.' etiamnum loquebatur Menelaus, cum Trimalchio digitos concrepuit, ad quod signum matellam spado ludenti subiecit. exonerata ille vesica aquam poposcit ad manus, digitosque paululum adspersos in capite pueri tersit.

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