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El erudito romano Plinio el Viejo trató de recoger todos los conocimientos existentes en su Historia Naturalis, en el año 77 d.C. con 2.493 temas agrupados en grandes secciones, constituyó una fuente de consulta hasta el año 1600; se imprimieron 43 ediciones de dicha obra. La primera enciclopedia alfabética conocida fue la recopilada por el lexicógrafo griego Suidas hacia el año 1000.
Pero la Enciclopedia como la conocemos hoy fue empresa editorial, filosófica y cientÃfica llevada a cabo por Denis Diderot y Jean dâ??Alembert dentro del espÃritu de la filosofÃa de la Ilustración, aparecida entre 1751 y 1766.
Nació del proyecto del editor Le Breton de traducir la Cyclopaedia del inglés Chambers (publicada entre 1728 y 1742), ya que Diderot, en un principio, trabajaba únicamente como traductor. La Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios vio la luz como proyecto autónomo con el Prospectus de 1750, en el que Diderot, como director del proyecto, manifestaba su ambición de hacer el inventario de todo el conocimiento humano.
Su objetivo era el de oponerse al Diccionario de Trévoux de los jesuitas y favorecer la difusión de la filosofÃa de la Ilustración. Diderot recurrió a autores conocidos de la talla de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Buffon, Du Marsais o Daubenton y a otros menos conocidos. Dâ??Alembert se ocupaba de las Matemáticas, Diderot de la Historia de la FilosofÃa, el abate Morellet de la TeologÃa, Buffon de las Ciencias de la Naturaleza, Paul-Joseph Barthez (1734-1806) de la Medicina, Quesnay y Turgot de la EconomÃa. El caballero de Jaucourt ayudaba a Diderot en tareas de redacción y de edición.
La Enciclopedia está marcada sobre todo por el interés de Diderot por la tecnologÃa, aunque algunas laminas estén inspiradas en otras enciclopedias, o algunas definiciones parezcan arcaicas.
El destinatario era el pueblo y, por lo tanto, los suscriptores eran intelectuales, eclesiásticos, nobles y parlamentarios.
El artÃculo â??Enciclopediaâ??, redactado por Diderot y situado al principio del primer volumen después del Discurso preliminar de Dâ??Alembert, define el programa global de la obra: el proyecto de la Enciclopedia era el de reunir todos los conocimientos adquiridos por la humanidad, su espÃritu, una crÃtica de los fanatismos religiosos y polÃticos, y una apologÃa de la razón y la libertad de pensamiento. Diderot aúna el proyecto enciclopédico con la filosofÃa, que tiene en este siglo su máximo desarrollo. Las corrientes filosóficas que mejor caracterizan la Enciclopedia, son el sensualismo y el empirismo, base fundamental de la filosofÃa de la Ilustración. Diderot influido por la lectura de una obra del pastor y erudito alemán Johann Jakob Brucker (1696-1770) â??autor también de una Historia crÃtica de la filosofÃa (1742-1744)â?? que fundamenta una apologÃa de la Reforma sobre la idea del progreso de la humanidad, cree en el poder de la sabidurÃa: la Enciclopedia debe hacer una sÃntesis y clasificación del saber humano y trazar una genealogÃa de los conocimientos. Diderot emplea la imagen del árbol tan apreciado por Descartes y por la escolástica medieval: desde las raÃces hasta las últimas ramas, el conocimiento progresa y da sus frutos. La imagen es mordaz si se piensa que ese árbol es, por tanto, el del conocimiento. La imagen bÃblica del libro del Génesis se invierte, el proyecto antirreligioso se explicita. No sólo no se prohibe el conocimiento, sino que además se afirma que éste está construido por el hombre, y que en él debe basarse para obtener la felicidad.
Para Diderot se trata de "examinar todo, remover todo sin excepción y sin reservas". Establece un orden racional (enciclopedia "razonada") alfabético. Se basa en la clasificación de las facultades y las ciencias que estableció el filósofo inglés Francis Bacon. La novedad: Diderot utiliza las referencias (de cosas y de palabras) para que el lector pueda circular por esa selva de conocimientos.