Ricardo II (William Shakespeare) Libros Clásicos

Página 17 de 68

tras enfermar de pronto, y envía a toda prisa
a rogar a Vuestra Majestad que le visite.
RICARDO
¿Dónde está?
BUSHY
En Ely House .
RICARDO
Entonces, que Dios inspire a su médico
para que le facilite la tumba cuanto antes.
Del contenido de sus arcas saldrán cotas
para los soldados de esta guerra de Irlanda.
Venid, señores, vamos a visitarle.
Dios quiera que lleguemos tarde yendo aprisa.
TODOS
Así sea.

Salen.

II.i Entra Juan de GANTE, enfermo, con el Duque de YORK y otros.

GANTE
¿Vendrá el rey, para que mi último aliento
sirva de consejo a su impulsiva juventud?
YORK
No te aflijas, ni fuerces tu aliento,
pues en vano entra el consejo en sus oídos.
GANTE
Ah, mas dicen que la voz de un moribundo
cual honda armonía fuerza la atención.
Si hay pocas palabras, no se han de gastar:
si alientan dolor, alientan verdad.
Al que va a callar, tu oído le aplicas
mucho más que a un joven con halago y labia:
más se observa nuestro fin que nuestra vida.
Un ocaso y una música que acaba,
cual regusto de lo dulce, se han grabado
en nuestro recuerdo más que lo pasado.
Si Ricardo mi consejo nunca oyó,
quizá en mi agonía vaya a oír mi voz.
YORK
No, pues sus oídos están llenos de alabanzas
y lisonjas, cuyo gusto agrada al más prudente;
lujuriosos versos de sonido venenoso
que los jóvenes escuchan tan atentos;
noticias de las modas de la regia Italia,
que nuestro mimético país siempre sigue
servilmente, cojeando y rezagado.
¿Qué vanidad se inventa nuestro mundo
- ya puede ser vil, mientras sea nueva –
que no se la susurren de inmediato?
El consejo llega demasiado tarde
donde voluntad y razón combaten.
No quieras guiar al que va en su senda:
te falta el aliento para que lo pierdas.
GANTE
Me siento como un profeta inspirado,
y ahora al expirar le auguro esto:

Página 17 de 68
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:




Diccionario: