El adolescente (Fedor Dostoiewski) Libros Clásicos

Página 1 de 556

Fedor Dostoiewski
EL ADOLESCENTE

PRIMERA PARTE
CAPITULO PRIMERO
Sin resistir más, empiezo (1) a escribir esta historia de mis primeros pasos en la carrera
de la vida. Y sin embargo, muy bien podría pasarme sin esto. Una cosa es segura: que ya
nunca más escribiré mi autobiografía, aunque tenga que vivir cien años. Hay que estar
prendado muy bajamente de uno mismo para hablar así sin avergonzarse. La sola excusa
que me doy, es que no escribo por el mismo motivo que todo el mundo, es decir, para
obtener las alabanzas del lector. Si de repente se me ha ocurrido anotar palabra por
palabra todo to que me ha pasado desde ei año anterior, es por una necesidad íntima: ¡tan
impresionado me he quedado por los hechos acaecídos! Me limito a registrar los
acontecimientos, evitando con todas mis fuerzas lo que les es ajeno, y sobre todo los
artificios literarios; un literato se lleva escribiendo treinta años, y al final ignora por qué
ha escrito tanto tiempo. No soy literato ni quiero serlo. Arrastrar la intimidad de mi alma
y una bonita descripción de mis sentimientos por el mercado literario sería a mis ojos una
inconveniencia y una bajeza. Preveo no obstante, no sin disgusto, que será probablemente
imposible evitar del todo las descripciones de sentimientos y las reflexiones (quizás
incluso vulgares): ¡tanto desmoraliza al hombre todo trabajo literario, hasta el
emprendido únicamente para sí! Y estas reflexiones pueden aún ser muy vulgares, porque
to que uno estima puede muy bien no tener valor alguno para un extraño. Pero quede
diçho todo esto entre paréntesis. He aquí hecho mi prefacio: no habrá nada más por el
estilo. ¡Manos a la obra! Aunque no haya nada más embarazoso que emprender una obra,
y quizás el poner manos a la obra en general.

II
Comienzo; es decir, querría comenzar mis memorias en la fecha del 19 de septiembre
del año pasado (2), o sea precisamente el día en que por primera vez me encontré con...
Pero explicar con quién me encontré, así como así, de buenas a primeras, cuando nadie
sabe nada, será una vulgaridad; este tono mismo, a mi parecer, es ya vulgar: después de
haberme jurado evitar los adornos literarios, he aquí que caigo en ellos desde la primera
línea. Además, para escribir de manera sensata, no basta con quererlo. Haré notar
también que no hay, estoy convencido, una sola lengua europea que sea tan difícil para
escribir como el ruso. Acabo de releer lo que he escrito hace un instante, y veo que soy

Página 1 de 556


Paginas:
Grupo de Paginas:                           

Compartir:




Diccionario: