Página 201 de 248
de momento por ahora. de la ansiedad acerca de su esposo. A los diez años, no. casi doce; puesto que transcurrió año y medio desde que Trask dejó Marduk, el joven conde de Ravarv se divertía con mas facilidad. Por fin se encontraba ante verdaderos vikingos espaciales, en un planeta de ellos y trataba de estar en todas partes y de verlo todo a la vez.
Sin duda que se imaginaria a si mismo vikingo espacial, regresando a Marduk con una vasta armada para rescatar a ni padre y al rey de las garras de Zaspar Makann.
Trask se mostraba satisfecho con eso; como anfitrión dejó mucho que desear.
También tenía sus preocupaciones y todas ellas portaban el mismo nombre: príncipe Viktor de Xochitl.
Repasó todo lo que Manfred Ravallo, capitán del Black Star pudo decirle.
Había hablado una vez con Viktor; el señor de Xochitl se había mostrado finamente educado e indiferente. Sus subordinados en cambio fueron francamente hostiles.
Habían habido cinco naves en órbita o aterrizadas en el espaciopuerto de Viktor junto a los ordinarios comerciantes gilgamesherianos, dos naves del propio Viktor y un gran carguero armado que entró de Haultecle mientras el Black Star zarpaba.
Había considerable actividad en los astilleros y en torno al espaciopuerto, como si se preparase algo en gran escala.
Xochitl estaba a un millar de años luz de Tanith. Rechazó inmediatamente la idea de lanzar un ataque preventivo; sus navíos podían encontrar Xochitl para encontrarlo indefenso y luego regresar a Tanith para hallarlo devastado.
Cosas así habían ocurrido en las guerras espaciales.
Lo único que se podía hacer era defender Tanith cuando Viktor atacase y luego contraatacar si le quedaban navíos para aquel tiempo.