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Es posible que para ellos sólo representase un mercado donde traían a vender sus frutos, donde permanecían, cuando mucho, unas horas, abandonando las calles todavía silenciosas, y las casas aún dormidas.
Sintió cierto placer al verles pasar. En su rudeza, con sus zapatones claveteados y sus maneras torpes, conllevaban en sí algo de la antigua Arcadia. Los sentía cerca de la Naturaleza, y que ella les había enseñado a vivir en paz. Les envidiaba por todo lo que desconocían e ignoraban. Cuando llegó a la Plaza Belgrave, el cielo tenía un pálido tinte azul, y los pájaros comenzaban a gorjear en los jardines.
CAPITULO III
Al despertar lord Arthur, ya eran las doce, y el sol de mediodía se filtraba en su habitación a través de las cortinas de seda color marfil. Se levantó y fue a mirar por el ventanal. Una neblina de calor flotaba sobre la ciudad y los tejados de las casas parecían de plata oxidada. Allá abajo, entre la fronda verde que el aire agitaba en la plaza, los niños correteaban y se perseguían como mariposas blancas, y las aceras se veían llenas de gente dirigi¿ndose hacia el parque. Nunca le había parecido la vida tan hermosa, ni lo perteneciente al mal, tan remoto.
Poco después su criado entró trayéndole en una bandeja una taza de chocolate. Después de beberla, descorrió un pesado portiére 1, de felpa color durazno, y entró al baño. La luz penetraba suavemente desde lo alto, a través de unas delgadas losetas de ónix transparente, y el agua en la bañera de mármol tenía los reflejos del ágata lunar.
Lord Arthur se sumergió rápido hasta sentir que el agua fría llegaba a su cuello y a los cabellos, -zambulló completamente la cabeza bajo el agua, como queriendo borrar la mancha de algún recuerdo humillante. Al salir del baño se sentía casi en paz y sereno. La deliciosa sensación física de aquel momento le dominaba por completo, como ocurre frecuentemente en las naturalezas finamente moldeadas, ya que los sentidos, al igual que el fuego, pueden purificar o destruir.
Terminado el desayuno, se extendió sobre un diván y encendió un cigarrillo.