Cartas desde mi molino (Alfonso Daudet) Libros Clásicos

Página 9 de 111

con voz sorda:
-Míreme bien, amigo, y si cualquier día de estos
oye usted decir que ha ocurrido una desgracia en
Beaucaire, podrá decir usted que conoce al autor de
ella.
Era su rostro apagado y triste, con ojos peque-
ños y mustios.
Si en los ojos tenía lágrimas, en aquella voz ha-
bía odio. ¡El odio es la cólera de los débiles! Si yo
fuese la amoladora, no las tendría todas conmigo.

A L F O N S O D A U D E T

18

LA MULA DEL PAPA

De todos los graciosos dichos, proverbios o
adagios con que nuestros campesinos de Provenza
adornan sus discursos, no sé ninguno más pintores-
co ni extraño que éste. A quince leguas en contorno
de mi molino, cuando se habla de un hombre ren-
coroso y vengativo, suele, decirse:
¡No te fíes de ese hombre! Es como la mula del
Papa, que te guarda la coz siete años.
Durante mucho tiempo he estado investigando
de qué, podría proceder este proverbio, qué era
aquello de la mula pontificia y esa coz guardada
siete años. Nadie ha podido informarme aquí acerca
de del asunto, ni siquiera Francet Mamai, mi tañedor
de pífano, quien tiene al dedillo las leyendas pro-
venzales. Francet piensa, como yo, que debe de ser

C A R T A S D E M I M O L I N O

19

reminiscencia de alguna añeja crónica del país de
Aviñón, pero nunca he oído hablar de ella, sino tan
sólo por el proverbio.
-No encontrará usted eso más que en la biblio-
teca de las Cigarras -me dijo el anciano pífano,
riendo.
Parecióme buena la idea, y como la biblioteca de
las Cigarras está cerca de ni¡ puerta, fui, a encerrar-
me en ella ocho días.
Es una maravillosa biblioteca, admirablemente
organizada, abierta día y noche para los poetas, y
servida por pequeños bibliotecarios con címbalos
que os dan música de continuo. Allí pasé, algunos
días deliciosos, y al cabo de tina semana de investi-
gaciones (hechas de espaldas al suelo), acabé por

Página 9 de 111
 

Paginas:
Grupo de Paginas:         

Compartir:




Diccionario: