Sueños de un paseante solitario (Jean Jacques Rousseau) Libros Clásicos

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Pero todo discurso que produce par alguien provecho o daño, estima o desprecio, elogio o reprobación en contra de la justicia y la verdad, es una mentira que jamás rondará su corazón ni su boca ni su pluma. Es sólidamente verdadero, incluso contra su interés, aunque presuma bastante poco de serlo en las conversaciones ociosas. Es verdadero en cuanto que no intenta engañar a nadie, es tan fiel a la verdad que le acusa como a la que le honra, y nunca la impone para su ventaja o para perjudicar a su enemigo. La diferencia que hay, entonces, entre mi hombre verdadero y el otro es que el del mundo es rigurosísimamente fiel a cualquier verdad que no le cuesta nada, pero no más allá, mientras que el mío nunca la sirve tan fielmente como cuando es preciso inmolarse por ella.
Pero, se dirá, ¿cómo conciliar ese relajamiento con este ardiente amor por la verdad por el que yo le glorifico? ¿Es entonces falso este amor, ya que adolece de tanta amalgama? No, es puro y verdadero: pero no es más que una emanación del amor de la justicia y no quiere jamás ser falso, aunque a menudo sea fabuloso. Justicia y verdad son en su espíritu dos palabras sinónimas que él toma indiferentemente la una por la otra. La santa verdad que su corazón adora no consiste en hechos indiferentes y en nombres inútiles, sino en dar fielmente a cada cual lo que se le debe en cosas que son realmente suyas, en interpretaciones buenas o malas, en retribuciones de honra o de reprobación, de loa o de censura. No es falso ni contra otro, porque su equidad se lo impide y no quiere perjudicar a nadie injustamente, ni en pro de sí mismo, porque se lo impide su conciencia y no podría apropiarse de lo que no es suyo. Está sobre todo celoso de su propia estima; constituye éste el bien del que menos puede prescindir, y consideraría una pérdida real el obtener la de los demás a expensas de este bien. Conque alguna vez mentirá sin escrúpulo y sin creer que miente en cosas indiferentes, jamás para daño o provecho ajeno o propio. En todo lo que respecta a las verdades históricas, en todo lo que se refiere a la conducta de los hombres, a la justicia, a la sociabilidad, a las luces útiles, se preservará del error a sí mismo y a los demás tanto cuanto de él depende.

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