El purgatorio del San Patricio (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

Página 39 de 56

2170
Ludovico. Quiero a todo responderte.
De tu casa te saque,
y mi intento entonces fue
darte en el campo la muerte.
Mas parecióme mejor 2175
que, llevándote conmigo,
mi compañero y amigo
fueses, quitando el temor
que me causaba llegar
a hablar a nadie, y, en fin, 2180
yendo conmigo, Paulín,
me pudiste asegurar.
Varias tierras anduvimos,
nada en ellas te faltó.
Y respondiéndote yo 2185
agora a lo que venimos,
sabe que es a dar la muerte
a un hombre, de quien estoy
ofendido, y así voy
encubriendo desta suerte 2190
el traje, la patria, el nombre.
Y de noche este fin sigo,
por ser mi fuerte enemigo
el más poderoso hombre
desta tierra. Ya que a ti 2195
fío todo mi secreto,
escucha para qué efeto
hoy me has seguido hasta aquí.
Tres días ha que llegué
a esta ciudad disfrazado, 2200
y dos noches que embozado
a mi enemigo busqué
en su casa y en su calle,
y un hombre que a mí llegó,
embozado, me estorbó 2205
por dos veces el matalle.
Este me llama y, después
que voy, se desaparece
tan veloz que me parece
que lleva el viento en los pies. 2210
Hete esta noche traído
porque, si acaso viniere,
escapar de dos no espere,
pues entre los dos cogido
le podremos conocer. 2215
Paulín. ¿Y quién son los dos?
Ludovico. Tú y yo.
Paulín. Yo no soy ninguno.
Ludovico. ¿No?
Paulín. No, señor, ni puedo ser
uno ni medio en notorios
peligros con que me asombras. 2220
¿Yo con las señoras sombras
y señores purgatorios?
En mi vida me metí
con cosas del otro mundo,
y en justa razón me fundo. 2225
Mandadme, señor, a mí
que con mil hombres me mate,
que en esta ocasión yo sé
que de todos mil huiré,

Página 39 de 56
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:




Diccionario: