Las cadenas del demonio (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

Página 28 de 49

a quien su industria le vale,
barato el comer le sale.

Dentro LESBIA


LESBIA: ¿Adónde estáis, mentecato?
LIRÓN: Lesbia es ésta. Ella ha de ser
la que antes he de engañar.
Ahora bien, voyme a endiosar,
que es a tener que comer.

Pónese en el altar detrás del
ídolo. Sale LESBIA


LESBIA: ¿Dónde estáis, que no os encuentro,
simpronazo? Aun no responde
por su propio nombre. ¿Dónde
se habrá ido, que aquí dentro
ni huera le puedo hallar?
Y quisiera yo saber
si ha de busca la mujer
la comida.

Dentro


LIRÓN: No hay dudar.
LESBIA: ¿Qué voz es ésta--¡ay de mí!--
que en el mismo altar se oyó?
¿Quién es quien ahí habra?
LIRÓN: Yo.
LESBIA: ¿Es el dios de Astarón?
LIRÓN: Sí.
LESBIA: Pues ¿cómo os dignáis conmigo
de habrar hoy?
LIRÓN: Como me muero
de lo que he callado, y quiero
hartarme de habrar contigo.
LESBIA: ¿Que os merezca tal ventura
la mujer, señor, de vueso
barrendero?
LIRÓN: Y aun por eso,
que estó hecho una basura.
LESBIA: Ya que afabre os llego a ver,
¿queréis enviudarme?
LIRÓN: No;
porque ese milagro yo
para mí lo he menester.
LESBIA: Pues ¿cómo podré pasar
con marido de aquel talle?
LIRÓN: Tratando de regalalle.
LESBIA: ¿Con qué le he de regalar,
si no tenemos los dos
manjares que satisfacen?
LIRÓN: Buscadlos vos; que así hacen
otros mijores que vos.
LESBIA: Por no ofenderos, confieso
que mil hambres padecí.
LIRÓN: No las padezcáis; que a mí
no se me da nada de eso.
......................
LESBIA: Pues yo lo haré así.
LIRÓN: Haréis bien.

Sale el SACERDOTE


SACERDOTE: ¿Quién, dioses piadosos, quién
........................
creerá que aquella ilusión
tanto al rey ha persuadido
que manda que prevenido
el templo tenga, a ocasión

Página 28 de 49
 

Paginas:


Compartir:




Diccionario: