La dama y el duende (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

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MANUEL: Nadie los vio.
COSME: ¿Familiares?
MANUEL: Son quimeras.
COSME: ¿Brujas?
MANUEL: Menos.
COSME: ¿Hechiceras?
MANUEL: ¡Qué error!
COSME: ¿Hay sucubos?
MANUEL: No.
COSME: ¿Encantadoras?
MANUEL: Tampoco.
COSME: ¿Mágicos?
MANUEL: Es necedad.
COSME: ¿Nigromantes?
MANUEL: Liviandad.
COSME: ¿Energúmenos?
MANUEL: ¡Qué loco!
COSME: ¡Vive Dios, que te cogí!
¿Diablos?
MANUEL: Sin poder notorio.
COSME: ¿Hay almas de purgatorio?
MANUEL: ¿Que me enamoren a mí?
¿Hay más necia bobería?
Déjame, que estás cansado.
COSME: En fin, ¿qué has determinado?
MANUEL: ¡Asistir de noche y día
con cuidados singulares!
Aquí el desengaño fundo.
No creas que hay en el mundo
ni duendes ni familiares.
COSME: Pues yo en efecto presumo
que algún demonio los trai;
que esto y más habrá donde hay
quien tome tabaco en humo.

Vanse


FIN DEL PRIMER ACTO


ACTO SEGUNDO



Salen doña ÁNGELA,
doña BEATRIZ e ISABEL


BEATRIZ: Notables cosas me cuentas.
ÁNGELA: No te parezcan notables
hasta que sepas el fin
en que quedamos.
BEATRIZ: Quedaste
en que por el alacena
hasta su cuarto pasaste;
que es tan difícil de verse
como fue de abrirse fácil;
que le escribiste un papel
y que al otro día hallaste
la respuesta.
ÁNGELA: Digo, pues,
que tan cortés y galante
estilo no vi jamás,
mezclando entre lo admirable
del suceso lo gracioso,
imitando los andantes
caballeros a quien pasan
aventuras semejantes.
El papel, Beatriz, es éste.
Holgaréme que te agrade.

Lee ÁNGELA


"Fermosa dueña, cualquier que vos seáis,
la condolida de este afanado caballero,
y asaz piadosa minoráis sus cuitas, ruego
vos me queráis facer sabidor del follón
mezquino o pagano malandrín que en este
encanto vos amancilla, para que segunda
vegada en vueso nombre, sano yo de las

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