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que una Andrómeda sería
de la Tierra hija; con que,
a las divinas pasando, 150
aunque ser fábula vi,
por si contuviese en sí
alguna alusión, dudando
dónde o cómo se eslabona,
anteví en San Isidoro 155
que el bello esplendor del oro,
que en tus rizos se corona,
andrómadas, en el griego
idioma, quiere decir.
Y, volviendo a proseguir, 160
Enrico Estephano luego
dice, andrómada, en el sacro
frase, es la florida edad;
y androdeas, la deidad,
la estatua y el simulacro. 165
Yo -viendo que señas tantas
tu rara hermosura encierra,
pues, siendo hija de la Tierra,
tu perfección adelantas,
de que una y otra virtud 170
expliquen en ti el poder
de su Autor al florecer
la edad de tu juventud,
y que ser tu ser alcanza
simulacro soberano, 175
que hizo de tierra su mano
labrado a su semejanza-
de todos estos sentidos
que en sí el griego frase trae,
androdeas, androae 180
y andromacas reducidos,
un nombre proprio saqué,
viendo convenir en ti
todas sus señas, y así
Andrómeda te llamé. 185
ALBEDRÍO Yo creí ser droga, pues
récipe esperé, por Dios,
de andrómaca, dragmas dos
y androdeas uncías tres.
ANDRÓMEDA La etimología he notado 190
y, por lograrte el concepto
en lo alegórico, acepto
ese nombre que me has dado;
y por que la sutileza
esté atenta a este auto, viendo 195
que soy Andrómeda siendo
la Humana Naturaleza,
ninguna me llame ya
de otra suerte; y pues el prado,
de matices esmaltado, 200
su hermoso albergue nos da
-siendo, a honra de su pincel,
cada emparrado una sombra,
cada matiz una alfombra,
y cada copa un dosel, 205
donde en tonos diferentes
diviertan nuestras congojas
los compases de las hojas,
las cláusulas de las fuentes,
cuyos concentos suaves, 210
por toda la azul campaña,
sonoramente acompaña
la música de las aves-,