Página 12 de 58
trémulo, virrey del sol,
osa abrir una ventana,
y, susurrando por ella
a voz media y labio entero,
da qué decir a un lucero,
da qué callar a una estrella.
Pero yo minoraré
el escándalo que has hecho,
diciendo al paterno pecho
sacrilegios de tu fe.
Un devoto anoche vi...
LEONOR: ¿Y conocístele?
BEATRIZ: No,
ni pudo ser, porque yo,
¿Qué másculo conocí?
LEONOR: Pues yo te quiero decir
quién era, y con el intento
que me habló.
BEATRIZ: ¡Qué atrevimiento!
¿Tal insulto había de oír?
LEONOR: Pues aunque oírlo no quieras,
lo has de oír, porque también
no está a mi decoro bien
que tú con locas quimeras
te persuadas a que ha sido
liviandad lo que honor fue.
BEATRIZ: ¿Honor?
LEONOR: Oye.
BEATRIZ: No daré
direto a tu voz mi oído.
LEONOR: Pues direto o no direto,
todo has de escucharlo ya.
BEATRIZ: Oído por fuera, será
clandestino tu secreto,
y no puedo error tan mucho
cometer.
LEONOR: Si hablando estoy...
BEATRIZ: Aspid al conjuro soy;
no lo escucho, no lo escucho.
Vase BEATRIZ
LEONOR: ¡Oye!... Mas ¿quién ahí ha entrado?
INÉS: A mi señor buscar.
LEONOR: Mira quién es, mientras va
mi desdicha y mi cuidado
siguiendo una fiera.
Vase LEONOR y sale MOSCATEL
MOSCATEL: (Amor, Aparte
¡qué cobarde eres conmigo,
pues aun no valen contigo
las leyes de embajador!)
INÉS: ¿Es posible que has tenido,
Moscatel, atrevimiento
de entrar hasta este aposento?
MOSCATEL: Sin saber qué me ha movido
a haber entrado hasta aquí,
rigor es anticipado...
INÉS: Pues ¿no basta haber entrado?
MOSCATEL: Sí y no.
INÉS: Pues ¿cómo no y sí?
MOSCATEL: No, pues no sabes a qué;
sí, pues enojada estás;
no, pues presto lo sabrás;
sí, pues tarde lo diré;
y aunque pude haber venido
de tu hermosura llamado,