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Mis penas veré, que menos
es verlas que imaginarlas).
ALONSO: Inés bella, pues Beatriz
hoy de extremo a extremo pasa,
paso yo de extremo a extremo;
que aunque fineza no haga
de enamorado, de noble
la he de hacer. Aquí aguarda
a que el escriba un papel.
MOSCATEL: (Él se entra en esotra cuadra; Aparte
descanse mi corazón).
Tigre fregatriz de Hircania
vil cocodrilo de Egipto,
sierpe vil, león de Albania,
¿tendrá mi lengua razones,
tendrán mis labios palabras
para quejarse de ti?
INÉS: No.
MOSCATEL: Pues si voces me faltan,
tengan mis manos licencia
de darte de bofetadas
siquiera.
INÉS: No quiera hacer
tu mano tal, que ya bastan
las burlas, que todo ha sido
por sólo tomar venganza
de que dudases de mí
que soy casta.
MOSCATEL: ¿Qué haces casta?
Creeré primero traidora.
INÉS: No vine a ver...
MOSCATEL: Tú me engañas.
INÉS: ...a tu amo.
MOSCATEL: Pues, ¿por qué?
INÉS: A traerle...
MOSCATEL: ¿Qué?
INÉS: ...una banda.
MOSCATEL: ¿Cúya?
INÉS: De Beatriz, que ya
un poco más claro habla.
MOSCATEL: ¿Y el abrazo?
INÉS: Fruta fue
de palacio; eso no agravia,
que si él abrazó el cuerpo,
el alma tú.
MOSCATEL: Inés ingrata,
si le das el cuerpo al otro,
¡dale a Barrabás el alma!
INÉS: Picón fue.
MOSCATEL: Pues los picones,
si juegan, muden baraja
o truequen la suerte. Dame
los brazos.
INÉS: De buena gana.
Sale don ALONSO
ALONSO: ¿Qué es esto?
INÉS: ¿Esto? Abrazar,
en mi tierra.
MOSCATEL: Ha sido tanta
la alegría de haber visto
que ya esa fiera se ablanda
--La curiosidad perdona,
si he escuchado cuanto hablas--,
que le di a Inés este abrazo
en albricias de la banda.
ALONSO: Toma, Inés, este papel
que le has de dar a tu ama,
y para ti este diamante.
INÉS: ¡Vivas edades más largas