Página 47 de 58
que...! Claro está que es el fénix
suegra mentira de Arabia.
Vase INÉS
MOSCATEL: ¿Diamante la diste?
ALONSO: Sí.
MOSCATEL: ¿Y de balde?
ALONSO: ¡Qué ignorancia!
MOSCATEL: Mil me lleven diablos hoy
heréticos, si no amas
a Beatriz.
ALONSO: ¿En qué los ves?
MOSCATEL: En que das sin esperanza.
No está en uso, ni está en rueca.
ALONSO: Quien agradece no ama,
y yo estoy agradecido,
no enamorado.
MOSCATEL: Esto basta,
que en el infierno de amor,
dicen que tiene más almas
la virtud, de agradecidas,
que no los vicios, de ingratas.
Y así, hagamos, señor, cuentas,
que no he de quedar en casa.
ALONSO: ¿Por qué, Moscatel?
MOSCATEL: Porque
amo no quiero que ama,
y que no me acuda a mí
por acudir a su dama.
ALONSO: Bien el haberte sufrido
tantas locuras me pagas.
MOSCATEL: Esto ha de ser.
Sale don JUAN
JUAN: ¿Qué ha de ser?
ALONSO: Irse quiere de mi casa.
JUAN: ¿Por qué, Moscatel?
MOSCATEL: Porque
ha hecho la mayor infamia,
la mayor ruindad, mayor
bajeza, mayor...
JUAN: ¡Acaba!
¿Qué ha sido?
MOSCATEL: ¡Hase enamorado!
Mira se tengo harta causa.
ALONSO: En esta locura ha dado
por haber visto con cuánta
fineza sirvo a Beatriz
por vuestro amor.
JUAN: A Amor gracias...
ALONSO: ¿Cómo?
JUAN: ...que ya de ese empeño
libre estáis, como se acaba
hoy mi amor.
ALONSO: Pues, ¿y Leonor?
JUAN: Leonor de mi pecho falta,
que como Amor es Fortuna,
sujeto vive a mudanzas.
¿Vuestra amada, don Alonso?
ALONSO: Yo no he ni de hablarla
ni de verla en mi vida.
Pues, ¿volveré yo a su casa
y a su calle a hablarla y verla,
por la tarde y la mañana,
siendo yo el descalabrado,
y vos, la cabeza sana,
no lo haréis?
JUAN: No, porque herida