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Lazonou decidió usar la música y la relajación y esto fue lo que hizo bajo condiciones muy cuidadosamente controladas, eligió a 60 estudiantes escogidos de una gran variedad de ocupaciones y ninguno sabía nada de francés. Se les monitoreó muy de cerca y personas que no estaban a favor de este experimento los vigilaron atentamente. En 1966 eligió a las 60 personas y pensó que tendría que incrementar enormemente el nivel promedio de aprendizaje con el fin de conseguir la aprobación para el establecimiento de su instituto de sugestología, que luego se estableció en Bulgaria. Tomó a esas 60 personas y su meta fue que aprendieran 150 palabras por sesión con altos niveles de retención. Lo que hicieron fue que los ingresaron, tocaban música suave, la luz era tenue, y les leyeron las palabras en las tarjetas con el francés por un lado y el búlgaro por el otro, y al leerlas los estudiantes tenían que repetir las palabras en un estado de profunda relajación y los llevaron a un estado de conciencia total y repasaron las palabras y los examinaron con ellas. Descubrieron desde las tres primeras sesiones: 1°) Repasar en un estado relajado. 2°) Escuchar las palabras en un estado de relajación profunda y 3°) revisar de nuevo en el estado consciente y descubrieron que desde la primera sesión conseguían un 98 por ciento de retención y que en los exámenes al final de cada sesión recordaban el 98 por ciento de lo que habían aprendido. Condujeron este experimento por seis semanas y cada estudiante en la clase consiguió un 98 por ciento de retención sin ninguna experiencia en el idioma y antes de terminar con este experimento en el año 1966 pidió voluntarios y consiguió 15 estudiantes más que se ofrecieron y el dijo: Sería posible aprender 500 palabras en un día? Pues llegó el sábado y trabajaron todo el día porque nadie en la historia registrada ha aprendido nunca 500 palabras en un día y al final del día consiguieron un 98 por ciento de retención en 500 palabras.
Un punto interesante es que mucha de estas personas estaban sufriendo de desórdenes mentales y realmente el cuarenta por ciento de ellos provenían de los registros de psicólogos y psiquiatras.