Cómo lograr el éxito (Dale Carnegie) Libros Clásicos

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El número cuatro es centrar la atención. Por cierto es interesante que muchos padres tienen la idea de que si a un hijo varón se le abraza mucho, se le besa mucho, se le acaricia mucho de niño, se le hace afeminado. Y es lo contrario exactamente, mientras más se le abrace, mientras más contacto físico haya entre el pequeño y su madre, y su padre, especialmente su padre, más masculino, más seguro y más confianza en sí mismo tendrá y sin ello se vuelve inseguro, se vuelve irritable y padece una gran tensión. Así que no olviden que para un niño, o niña, nunca es demasiado el contacto físico y centrar la atención en que Usted pase tiempo con el niño diariamente, solo Usted y el niño, caminar, charlar, escuchar, sin televisión, sin revista, nada más que unos minutos al día, que le hagan sentir al niño que es algo valioso. Sabemos de muchos niños cuyos padres no pasan tiempo con ellos solos, parecieran decirse a sí mismo: La razón por la que no lo hacen es porque hay algo malo en mí. Ellos no saben que sus padres están ocupados o cansados, solo piensan que tienen algún defecto y que por eso sus padres no pasan tiempo con ellos. Lo que hay que tomar en cuenta es la percepción del niño, no la realidad.
El número cinco es la expectativa positiva. Este concepto fue descubierto como uno de los principales determinantes del buen desempeño en una persona joven. Las expectativas positivas del niño por el padre, hacen que el niño haga todo lo posible por crecer para satisfacer las expectativas de ellos. Se descubrió que había dos factores: En primer lugar, un hogar democrático donde el niño pudiera expresar y establecer su opinión a temprana edad y en segundo lugar que en el hogar siempre se dijera: Yo creo en ti! Hagas lo que hagas, yo creo en ti y creo que lo harás bien. Que solo estos dos factores hacían individuos exitosos en la adolescencia y juventud, a veces con diez o veinte años de adelanto respecto a niños que no habían crecido en hogares democráticos, en los que no contaban sus opiniones, donde sus puntos de vista no era evaluados y en los que los padres expresaban expectativas negativas y esto pasa muy seguido; a veces un niño llega con cinco dieses y un ocho y el padre dice primero: Porque un ocho? Y no le dice: Cuántos dieses, te felicito! Esto desmoraliza completamente a los niños.

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