Historia de la Conquista del Perú y de Pizarro (Henri Lebrún) Libros Clásicos

Página 9 de 158

agricultura y darle importancia, cultivaban un pedazo de tierra por sus
propias manos.
Si bien las faenas agrícolas eran las principales ocupaciones de los
peruanos, aplicábase igualmente su industria a otros objetos. Estaban [19]
bastante adelantados en la arquitectura: en las provincias situadas en
climas calurosos, sus habitaciones estaban construidas en la forma más
ligera; al paso que en los distritos que no gozaban de las mismas
ventajas, eran sus casas más sólidas, de ladrillos cocidos al sol, de
forma cuadrada, de ocho pies de alto y sin ninguna ventana. Mas en las
construcciones de los templos del sol y de los palacios de los incas
mostraban los peruanos de cuánto eran capaces. Las ruinas que se
encuentran aún en las diferentes provincias prueban suficientemente que
esos monumentos son obra de un pueblo que está muy distante del estado
salvaje. Aquellos edificios sin embargo eran más notables por su solidez y
su extensión que por su altura. El templo de Pachacamac, con el palacio
del inca y una fortaleza ocupaba más de media legua de terreno, sin que su
altura pasase de doce pies; mas nada tiene eso de extraño, puesto que no
teniendo ningún conocimiento en mecánica, los peruanos debían hallar mucha
dificultad en elevar grandes piedras más arriba de cierta altura.
Pero lo que sobre todo atestigua la industria de este pueblo es la
construcción de dos caminos de Cuzco a Quito, de más de quinientas leguas
de extensión cada uno, el mayor de los cuales pasaba por los distritos
montañosos y el otro por las llanuras inmediatas al mar. Los primeros
historiadores del Perú que vieron estos [20] caminos hablan de ellos con
tanta admiración y entusiasmo, que se siente uno inclinado a comparar los
trabajos de los incas a las antiguas vías militares, que subsisten aún
como monumentos del poder romano. «Hemos quedado sorprendidos, dice el
célebre viajero Humbold, al encontrar en alturas que exceden de mucho a la
de la cima del pico de Tenerife, los restos magníficos de un camino
construido por los incas del Perú. Aquella calzada, bordada de grandes
sillares, puede compararse a los más hermosos caminos romanos que he visto
en Italia, Francia y España: está perfectamente trazada, y conserva la

Página 9 de 158
 

Paginas:
Grupo de Paginas:           

Compartir:




Diccionario: