Página 163 de 165
- Tengo una ligera idea. Es la habitación de lady Westholme.
EPÍLOGO
Extracto del Evening Shout:
«Lamentamos anunciar la muerte de lady
Westholme, miembro del Parlamento, a causa de un
desgraciado accidente. Lady Westholme, que era
aficionada a viajar a países lejanos, siempre llevaba un
pequeño revolver con ella. Estaba limpiándolo cuando
éste se disparó accidentalmente y le produjo la muerte.
El fallecimiento fue instantáneo. Damos nuestro más
sentido pésame a lord Westholme, etc., etc.»
Una cálida noche de junio, cinco años más tarde, Sarah Boynton y su marido
estaban sentados entre bastidores en un teatro de Londres. La obra representada era
Hamlet. Sarah estrechó el brazo de Raymond cuando las palabras de Ofelia surgieron
flotando por encima de las candilejas: «¿Cómo podré distinguir tu amor verdadero de
otro cualquiera? Por su sombrero y su bastón y sus sandalias. Está muerto y se ha ido,
señora. Está muerto y se ha ido. A su cabeza, un césped de hierba verde; a sus pies,
una piedra. Oh!».
A Sarah se le hizo un nudo en la garganta. Aquella exquisita y beatífica belleza,
aquella sonrisa encantadora y etérea, la de alguien que había superado el dolor y
había llegado a una región donde los espejismos eran verdad...
Sarah murmuró para sí misma:
- ¡Es preciosa...!
La inolvidable y armoniosa voz, con su siempre bello tono, pero disciplinada y
modulada para ser un instrumento perfecto.
Cuando el telón cayó al final del acto, Sarah dijo con decisión:
- Jinny es una gran actriz. ¡Una actriz maravillosa!
Más tarde se sentaron alrededor de una mesa en el Savoy. Ginebra, sonriendo,
distante, se volvió hacia el hombre barbudo que estaba a su lado.
- Fue estupendo, ¿verdad, Theodore?
- Estuviste fantástica, chérie.
Una sonrisa de felicidad afloró a los labios de la joven.
- Tú siempre creíste en mí - murmuró -. Tú siempre supiste que podría hacer
grandes cosas... dominar multitudes...
En una mesa a poca distancia, el Hamlet de la noche estaba diciendo en tono
lóbrego:
- ¡Su amaneramiento! Desde luego, a la gente le gusta sólo al principio, pero lo que
yo digo es que eso no es Shakespeare.