Página 13 de 13
Mientras Poirot se inclinaba hacia mí con una expresión interrogante miré su rostro inocente y mi corazón se conmovió. A menudo me había hecho sufrir, pero yo, aunque no poseyera el mejor cerebro de Europa, ¡también podía permitirme ser magnánimo!
-Nada -mentí, y encendí otra pipa, sonriéndome para mis adentros.
FIN