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HONGOS DE YUGGOTH
Poemas metafísicos
EXPECTACIÓN
No sabría decir por qué algunas cosas me producen Una sensación de maravillas inexploradas por venir, O de grieta en el muro del horizonte Que se abre a mundos donde sólo los dioses pueden vivir.
Es una expectación vaga, sin aliento,
Como de grandes pompas antiguas que recuerdo a medias, O de aventuras salvajes, incorpóreas, Plenas de éxtasis y libres como un ensueño.
La encuentro en puestas de sol y en extrañas agujas urbanas, En viejos pueblos y bosques y cañadas brumosas, En los vientos del Sur, en el mar, en collados y ciudades iluminadas, En viejos jardines, en canciones entreoídas y en los fuegos de la luna. Pero aunque sólo por su encanto vale la pena vivir la vida Nadie alcanza ni adivina el don que insinúa.
PAISAJE DE FONDO
Nunca he podido apegarme a las cosas nuevas y crudas, Pues vi la primera luz en una ciudad antigua, Donde los tejados apiñados descendían desde mi ventana Hacia un puerto pintoresco, rico en visiones. Calles con puertas cinceladas donde los rayos del sol poniente Bañaban viejos montantes de abanico y pequeñas vidrieras, Y campanarios georgianos rematados con veletas doradas... Tales fueron las vistas que modelaron mis sueños infantiles.
Estos tesoros, heredados de épocas de prudente fermento, Desdibujan la presencia de las débiles quimeras Que se agitan en vana mudanza y con fe confusa Entre los muros inmutables de la tierra y el cielo. Cortan las cadenas del instante y me dejan libre Para erguirme en solitario ante la eternidad.
CONTINUIDAD
Hay en algunas cosas antiguas una huella De una esencia vaga... más que un peso o una forma, Un éter sutil, indeterminado, Pero ligado a todas las leyes del tiempo y el espacio. Un signo tenue y velado de continuidades Que los ojos exteriores no llegan a descubrir;
De dimensiones encerradas que albergan los años idos, Y fuera del alcance, salvo para llaves ocultas.
Me conmueve sobre todo cuando los rayos oblicuos del sol poniente Iluminan viejas granjas en la ladera de una colina, Y pintan de vida las formas que permanecen inmóviles Desde hace siglos, menos quiméricas que todo esto que conocemos. Bajo esa luz extraña siento que no estoy lejos De la masa inmutable cuyos lados son las edades.
CAMPANAS