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Arnaud, Baikie, Baldwin, Barth, Batuoda, Beke, Beltrame, Du Berba, Binbanchi,
Bolohnesi, Bolwik, Bolzoni, Bonnemain, Brisson, Browne, Bruce, Brun-Rollet, Burchell,
Burtckhardt, Burton, Caillaud, Caillié, Campbell, Chapman, Clapperton, Clol Rey,
Colomien, Courval, Cumming, Cunny, Debono, Decken, Denham, Desavamchers,
Dicksen, Dickson, Dochard, Duchaillu, Duncan, Durand, Duroulé, Duveyrier, Erchardt,
D´Escayrac de Lautore, Ferret, Fresnel, Gallnier, Galton, Geoffroy, Golberry, Hahn
Hahn, Harnier, Hecquart, Heuglin, Homernann, Houghton, Imbert Kaufmann, Knoble-
cher, Krapf, Kummer, Lafaille, Lafargue, Laing, Lambert, Lamiral, Lamprière, John
Lander, Richard Lander, Lefebre, Lejean, Levaillan, Livingstone, Maccarthie, Magglar,
Maizan, Malzac, Moffat, Mollien, Monteiro, Morrison, Mungo-Park, Neimans, Overweg,
Panett, Partarrieau, Pascal, Pearse, Peddie, Peney, Petherick, Poncet, Puax, Raffene,
Rath, Rebmann, Richardson, Riley, Ritchie, Rochet D´Aricourt, Rongawi, Roscher,
Ruppel Saugnier, Speke, Steidner, Tribaud, Thompson, Thornton, Toole, Tousny, Trotter,
Tuckey, Tyrwitt, Vaudey, Veyssiére, Vincent, Vinco, Vogel, Warhlberg, Warington,
Washington, Werne, Wild y, por último, por el doctor Samuel Fergusson, el cual, con su
increíble tentativa, debía enlazar los trabajos de aquellos viajeros y completar la serie de
los descubrimientos africanos.
II
Un artículo del Daily Telegraph. - Guerra de
Periódicos científicos. - El señor Petermann apoya a su
amigo el doctor Fergusson. - Respuesta del sabio Koner.
- Apuestas comprometidas. - Varias proposiciones
hechas al doctor
Al día siguiente, en su número del 15 de enero, el Daily Telegraph publicó un artículo
concebido en los siguientes términos:
África desvelará por fin el secreto de sus vastas soledades. Un Edipo moderno nos dará
la clave del enigma que no han podido descifrar los sabios de sesenta siglos. En otro
tiempo, buscar el nacimiento del Nilo, fontes Nili quoerere, se consideraba una tentativa
insensata, una irrealizable quimera.
El doctor Barth, siguiendo hasta Sudán el camino trazado por Denham y Clapperton; el
doctor Livingstone, multiplicando sus intrépidas investigaciones desde el cabo de Buena
Esperanza hasta el golfo de Zambeze; y los capitanes Burton y Speke, con el
descubrimiento de los Grandes Lagos interiores, abrieron tres caminos a la civilización
moderna. Su punto de intersección, al cual no ha podido llegar ningún viajero, es el
corazón mismo de África. Hacia ahí deben encaminarse todos los esfuerzos.
Pues bien, los trabajos de aquellos atrevidos pioneros de la ciencia quedarán enlazados
gracias a la audaz tentativa del doctor Samuel Fergusson, cuyas importantes ex-
ploraciones han tenido ocasión de apreciar más de una vez nuestros lectores.