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el centro.
-¿A pie también?
-Todos a pie o montados en mulos.
~Para lo que yo quiero significar es exactamente lo mismo -replicó Kennedy.
-Por último -prosiguió el doctor-, De Heuglin, vicecónsul de Austria en Kartum, acaba
de organizar una expedición muy importante, cuyo principal objeto es indagar el paradero
del viajero Vogel, que en 1853 fue enviado a Sudán para asociarse a los trabajos del
doctor Barth. En 1856 salió de Bornu y resolvió explorar el desconocido país que se
extiende entre el lago Chad y el Darfur. Desde entonces no ha aparecido. Cartas recibidas
en Alejandría, en junio de 1860, informan que fue asesinado por orden del rey de Wadai;
pero otras, dirigidas por el doctor Hartimann al padre del viajero, afirman, basándose en
el relato de un fellatah de Bornu, que Vogel se encuentra prisionero en Wara y que, por
consiguiente, no están perdidas todas las esperanzas. Bajo la presidencia del duque
regente de Sajonia-Coburgo-Gotha, se ha formado una comisión de la que es secretario
mi amigo Petermann; se han cubierto los gastos de la expedición con una suscripcion
nacional en la que han participado muchísimos sabios. El señor De Heuglin partió de
Massaua en junio; mientras busca las huellas de Vogel, debe explorar todo el país
comprendido entre el Nilo y el Chad, es decir, enlazar las operaciones del capitán Speke
con las del doctor Barth. ¡Y entonces África habrá sido cruzada de este a oeste!
-Y bien -respondió el escocés-, puesto que todo enlaza sin nosotros tan perfectamente,
¿qué vamos a hacer allí?
El doctor Fergusson dio la callada por respuesta, contentándose con encogerse de
hombros.
VI
Un criado excepcional - Distingue los satélites de
Júpiter. - Controversia entre Dick y Joe. - La duda
y la creencia. – El peso. -Joe-Wellington. - Recibe
media corona
El doctor Fergusson tenía un criado que respondía con diligencia al nombre de Joe. Era
de una índole excelente. Su amo, cuyas órdenes obedecia e interpretaba siempre de una
manera inteligente, le inspiraba una confianza absoluta y una adhesión sin límites. Era un
Caleb, aun cuando estaba siempre de buen humor y no refunfuñaba; no habría salido tan
buen criado si lo hubieran mandado construir expresamente. Fergusson se confiaba
enteramente a él para las minuciosidades de su existencia, y hacía perfectamente.