Julio César (William Shakespeare) Libros Clásicos

Página 1 de 53

Julio César
William Shakespeare


DRAMATIS PERSONAE

JULIO CÉSAR
OCTAVIO CÉSAR, MARCO ANTONIO y M. EMILIO LÉPIDO, triunviros después de la muerte de Julio César.
CICERÓN, PUBLIO y POPILIO LENA, senadores.
MARCO BRUTO, CASIO, CASCA, TREBONIO, LIGARIO, DECIO, BRUTO, METELO CÍMBER y CINA, conspiradores contra Julio César.
FLAVIO y MARULO, tribunos.
ARTEMIDOBO, sofista de Guido.
UN ADIVINO.
CINA, un poeta.
OTRO POETA.
LUCIO, TITINIO, MESALA, CATÓN EL JÓVEN y VOLUMNIO, amigos de Bruto y Casio.
VARRÓN, CLITO, CLAUDIO, ESTRATÓN, LUCIO y DARDANIO, criados de Bruto.
PÍNDARO criado de Casio.
CALPURNIA, esposa de César.
PORCIA, esposa de Bruto.
SENADORES, CIUDADANOS, GUARDIAS, SERVIDORES, etc.

Escena: Roma; después en Sardis y cerca de Filipos.

ACTUS PRIMUS
SCENA PRIMA

Roma. - Una calle
Entran FLAVIO, MARULO y una turba de ciudadanos
FLAVIO. - ¡Largo de aquí! ¡A vuestras casas! ¡Gente ociosa, marchad a vuestras casas! ¿Es hoy día festivo? ¡Qué! ¿Ignoráis, siendo artesanos, que no debéis salir en día de trabajo sin los distintivos de vuestra profesión? Habla, ¿qué oficio tienes?
CIUDADANO PRIMERO. - Carpintero, señor.
MARULO. -¿Dónde están tu mandil de cuero y tu escuadra? ¿Qué haces con tu mejor vestido? Y vos, señor mío, ¿de qué oficio sois?
CIUDADANO SEGUNDO. -Francamente, señor; comparado con un obrero fino, no soy más que, como si dijéramos, un remendón.
MARULO. - Pero ¿qué oficio es el tuyo? ¡Contéstame sin rodeos!
CIUDADANO SEGUNDO. - Un oficio, señor, que espero podré ejercer con la conciencia tranquila, pues, en verdad, es el de reparador de malas suelas.
MARULO. - ¿Qué oficio, bribón? Bribonazo, ¿qué oficio?
CIUDADANO SEGUNDO. - Os lo ruego, señor, no os descompongáis; sin embargo, si os descomponéis, podré componeros.
MARULO. - ¿Qué quieres decir con eso? ¡Componerme tú a mí, bergante!
CIUDADANO SEGUNDO. - ¡Claro, señor, remendaros!
FLAVIO. - ¿Eres un zapatero de viejo, no?
CIUDADANO SEGUNDO.-En efecto, señor; todo lo que poseo es por la lezna. No me inmiscuyo en los asuntos de los negociantes ni en los de las negociantas sino con la lezna. Soy propiamente un cirujano de calzas viejas; cuando están en gran peligro, les devuelvo la salud. De modo que personas tan calificadas como las que más han ido en cueros limpios con la obra de mis manos.

Página 1 de 53


Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:




Diccionario: