Mucho ruido y pocas nueces (William Shakespeare) Libros Clásicos

Página 12 de 57

Júpiter.

HERO.-Pues entonces vuestra careta debería estar techada de paja.
DON PEDRO.-Hablad bajo, si habéis de hablar de amor. (Se retiran.)
BALTASAR.-Pues quisiera gustaros.
MARGARITA.-No quisiera yo, por vuestro bien, pues estoy llena de malas

cualidades.
BALTASAR.-Citadme alguna.
MARGARITA.-Rezo en alta voz.
BALTASAR.-Tanto mejor para amaros. Los que os escuchen podrán decir:

Amén.
MARGARITA.-Dios me aparee con un buen bailarín.
BALTASAR.-Amén.
MARGARITA.-Y que lo aparte de mis ojos cuando termine el baile. Responded,

sacristán.
BALTASAR.-Ni una palabra. Ya tiene su respuesta el sacristán. (Se retiran.)
ÚRSULA.-Os conozco demasiado: sois el signior Antonio.
ANTONIO.-En una palabra, no lo soy.
ÚRSULA.-Os conozco en el modo de mover la cabeza.
ANTONIO.-Para seros franco, le remedo en eso.
ÚRSULA.-No podríais remedarle tan bien, si no fuerais él mismo. He aquí de

arriba abajo su mano enjuta: sois el mismo, sois el mismo.
ANTONIO.-En una palabra, digo que no lo soy.
ÚRSULA.-Vamos, vamos, ¿pensáis que no os conozco por la excelencia de

vuestro ingenio? ¿Puede el mérito disimularse? Vamos, burlón, sois él. La gracia
se delata siempre, y aquí termino.
BEATRIZ.-¿No puedo saber quién os ha contado eso?

BENEDICTO.-No, perdonadme.
BEATRIZ.-¿Ni queréis decirme quién sois?
BENEDICTO.-No, por ahora.
BEATRIZ.-¿Conque soy desdeñosa y extraigo mis mejores agudezas de los

Cien cuentos alegres? ¡Bah! Eso os lo ha contado el signior Benedicto.
BENEDICTO.-¿Quién es ése?
BEATRIZ.-Estoy segura de que le conocéis demasiado.
BENEDICTO.-No, creedme.
BEATRIZ.-¿Nunca os ha hecho reír?
BENEDICTO.-Os ruego que me digáis quién es.
BEATRIZ.-Pues bien, es el juglar del príncipe: un bufón insípido; su sola

cualidad estriba en inventar calumnias inconcebibles; nadie sino los libertinos se
deleitan con él; y lo que le recomienda ante éstos no es su gracejo sino su
grosería, pues divierte a los hombres a la par que los enoja y acaban por reírse
de él y golpear- le. Estoy segura de que se hallará en esta flota. ¡Quisiera que me
abordara!

BENEDICTO.-Cuando conozca a ese caballero le referiré lo que me habéis

dicho.
BEATRIZ.-Hacedlo, hacedlo. Aventurará una o dos pullas a mi costa; y si por
acaso se da cuenta de que no las advierten o no provocan risa, se pondrá
melancólico; y entonces habrá un ala más de perdiz, pues el mentecato no
cenará aquella noche.
Música dentro.
Sigamos a los que nos preceden.

Página 12 de 57
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:




Diccionario: