La fierecilla domada (William Shakespeare) Libros Clásicos

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William Shakespeare
La fierecilla domada


PERSONAJES
En el prólogo:
Un noble (lord)
CRISTÓBAL SLY, calderero
Una hostelera
Pajes, cómicos, monteros y criados del lord

En la comedia:
BAUTISTA, hidalgo rico de Padua
VINCENTIO, hidalgo anciano de Pisa
LUCENTIO, hijo de Vincentio, galán de Blanca
PETRUCHIO, hidalgo de Verona, pretendiente
luego marido de Catalina
GREMIO, HORTENSIO, pretendientes de Blanca
TRANIO, BIONDELLO (muchacho joven), servi
dores de Lucentio
GRUMIO, hombre diminuto, lacayo de Petruchi

CURTIS, criado viejo, encargado de la casa de cam
po de Petruchio
NATANIEL, FELIPE, JOSÉ, NICOLÁS, PEDRO
criados de Petruchio
Un pedagogo de Mantua
CATALINA (la Tarasca), BLANCA, hijas de Bau
tista
Una viuda
Un sastre, un mercader, criados al servicio de Bau
tista y de Petruchio

La acción ocurre en Padua y en la casa de campo de Petruchio

PRÓLOGO
ESCENA PRIMERA Ante la puerta de una taberna en un bosquecillo
(Se abre la puerta de la taberna y sale SLY, expulsado por la TABERNERA)
SLY.-¡Por quien soy, que te voy a cardar el mo­ño!
TABERNERA.-¡Las esposas es lo que te hacen falta, bribón!
SLY.-La bribona y redomada lo eres tú. Los Sly jamás fueron pícaros. Puedes informarte en las cró­nicas. Vinimos a Inglaterra con Ricardo el Con­quistador. Por consiguiente, paucas pallabris, que el mundo siga dando vueltas y punto en boca.
TABERNERA.-¿Es decir que no quieres pagar los vasos que has roto?
SLY.-¡Ni un denario! ¡Largo, largo, la santa Je­rónima! Vete a calentar la cama, que la tienes fría.
TABERNERA.-PUeS entonces ya sé lo que ten-go que hacer: ir a buscar al oficial del barrio.
SLY.-Oficial, capitán o comandante, la ley me servirá de respuesta. No me vuelvo atrás de lo que he dicho ¡ni una pulgada!, hermosa. Que venga, que venga, y será bien recibido. (Cae por tierra y se duerme. Al punto se oye el estrépito producido por cuernos de caza, y seguidamente entra un Noble que vuelve, tras una batida, con sus piqueros y criados.)
NOBLE.-Montero, te recomiendo mis perros. Cuídalos como es debido. Sangra a Merriman. La fatiga y la espuma ahogan a la pobre bestia; y pon juntos a Clowder y la perra de la boca grande. ¿Has visto, muchacho, cómo Silver ha encontrado la pista en el recodo del seto? No quisiera perder este perro por veinte libras.

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