Tres hombres comienzan un juego de billar americano (con 15 bolas) y, según la costumbre, acuerdan que el perdedor deberá pagar la partida. El jugador N°1, que era un experto, acepta jugar en contra de los jugadores N°2 y N°3, metiendo tantas bolas como los otros dos juntos.
Cuando estaban a punto de comenzar, se les unió un cuarto hombre. Como era un desconocido, no recibió ninguna clase de handicap, jugando de igual a igual con cada uno de los otros tres jugadores.