19.Dichos y redichos del Mus Son muy abundantes las expresiones gramaticales que a lo largo de siglos de práctica se han ido creando en torno al mus, y que forman ya parte integrante del mismo. Algunas de ellas son las siguientes:
Ahà hay un cuarto para llorar: Frase con la que se conmina al adversario que va perdiendo para que no se queje o se escude en la mala suerte.
Amarrategui: DÃcese de que es excesivamente prudente y poco amante de riesgo en los envites.
Bicicleta: Dos amarracos. Con tres ases de primera corta el mus y vocifera: Máxima que pretende mostrar una supuesta estrategia ganadora. Tres ases es muy buena jugada para la chica y regular para pares, aunque completamente nula para grande y para juego. Por otra parte, no hay que olvidar otra máxima relacionada directamente con esta: Jugador de chica, perdedor de mus.
Dejar zapateros: Conseguir ganar sin que los contrarios se anoten ningún juego o punto.
Dos a cero y Zamora de portero: Proclamación de la casi segura victoria de la pareja declarante por su ventaja de 2 juegos a cero y su seguridad en mantener a paga a los contrarios.
Es jugada cual ninguna tres reyes con treinta y una: Pareado que proclama una verdad que no admite discusión.
Es muy buena jugada para la grande, buena para pares y muy buena para juego, especialmente en el caso de ser mano.
Esto es sequÃa y no lo de EtiopÃa: Ripio que sirve para comentar la excesiva (a juicio de quien la padece) duración de una mala racha.
Estoy puesto por el ayuntamiento: Expresión utilizada por el jugador que tiene malas cartas y no puede hacer nada.
Forquiniana: Jugada que consiste en envidar en todos los lances, de grande a juego.
Hacer la zaragozana: Remontar un dos a cero en contra y ganar la partida.
Hasta que no sale la gorda no termina la ópera: Dicho que significa que hasta la última piedra no puede decirse que una de las parejas ya ha ganado.
Jugada del sastre: Se dice cuando se tienen tres cuatros.
Jugador de chica perdedor de mus: dicho basado en el hecho de que con las cartas que sirven para ganar a la chica es muy difÃcil ganar en cualquiera de los otros lances (tal vez con la excepción de los pares).
Las de Hontanares: Dos a grande, tres a chica y cuatro a pares.
Las de Madrid: Treinta y siete.
Los dientes de un choto que son dieciocho: Parece que, efectivamente, en las mesas de mus, los dientes de un choto son dieciocho.
Primeras dadas: Las primeras cartas de un juego parcial, sin ningún descarte. Hay numerosas suposiciones y supersticiones sobre esas cartas y el juego con ellas.
Quien al mus juega ceñudo su mujer le hará cornudo: Pareado del humorista Antonio Mingote que indica que al mus (y a cualquier otro juego) debe jugarse con buen humor.
Recoge la herramienta: Aviso al postre descuidado para que recoja los descartes que han quedado sobre la mesa y reintegre esas cartas a la baraja tras haber sido cortado el mus.
Segurola: Amarrategui.
Si al mus quieres ganar, no lo canses de pasar: Proverbio que señala que no es necesario envidar siempre para ganar al mus.
Toribio: El que tiene dos ases.
Una para Cangas y otra para Tineo: Indicación de que se anotan 6 piedras, o sea 1 amarraco y 1 piedra, ya que cada una de ellas se coloca frente a uno de los compañeros.
Zorra con dos rabos: Apuesta a grande y a chica.
Zorra con tres rabos: Apuesta a grande, a chica y pares.