20.Jugadas Rendidas y Defendidas El Jugador puede siempre jugar las nueve bazas y atenerse a los resultados de llevada (ganada), puesta o codillo que se den.
En el caso del solo, es obligatorio hacerlo asÃ, es decir, jugar las nueve bazas. Pero, en la entrada y en la vuelta, antes de jugar su carta de la cuarta baza, el Jugador, si ve que no tiene posibilidad de llevarse la jugada y sà de recibir codillo, puede rendirse. Entonces dirá, simplemente, paso.
Si se ha jugado vuelta, la jugada acaba de este modo y el Jugador hace puesta. Lo cual equivale a que una vuelta rendida no se puede defender.
Si se ha jugado entrada, los contrarios se pueden conformar y dicen: bien. La jugada termina y es puesta. Pero si alguno de ellos cree que, continuando el juego, puede hacer más bazas que cada uno de los otros dos, lo anunciará diciendo: la sigo o la defiendo. Entonces deja de ser contra y se convierte en Jugador. El juego continúa y, a su terminación, pueden darse los casos siguientes:
Esta puesta se llama primera si en el plato no hay ninguna otra; el Jugador que ha perdido por puesta coloca su valor en fichas en el plato. Cuando en el plato ya hay una puesta pendiente de cobro y se pierde por puesta, se dice que esta última puesta es segunda o reservada. En lugar de colocar su valor en el plato, se anota en la cartulina y queda pendiente de resolver.
Una vez establecido el triunfo, bien por anunciarlo el Jugador (entrada o solo), por ser de Palo de favor o por haber dado vuelta a la primera carta de la baceta (vuelta), los jugadores hacen sus descartes y recomponen las manos con las cartas de la baceta. Tras estas operaciones ya está todo dispuesto para pasar a jugar las bazas.
Una vez jugadas las bazas necesarias para establecer el resultado del juego, se procede a su contabilización, a su anotación y a los pagos y cobros que correspondan antes de pasar a la mano siguiente.