Pope Joan

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1.Introducción

Origen: Inglaterra
Duración de la partida: a establecer por los jugadores
Baraja: inglesa
N° de naipes: 51
Jugadores: de 3 a 8
Dificultad: Fácil
Tipo de juego: sucesión de cartas

El juego de Pope Joan, es decir, de la papisa Juana en castellano, es un antiguo juego de círculo que fue muy popular hasta principios del siglo XX. En la actualidad ha sido prácticamente olvidado, aunque parte de su espíritu, y sus reglas, permanecen aún en diversos juegos, especialmente en las diversas versiones del dominó con cartas, como es el caso del cinquillo. Se supone que el nombre deriva del juego francés Nain Jaune («enano amarillo»), que en Inglaterra se convirtió, por la similitud fonética, en Nun Joan («monja Juana»). De ahí pasó a tener su nombre actual, del que ya existen referencias documentadas en 1732.

2.Objetivo
En una partida de Pope Joan hay un doble objetivo: por una parte, jugar determinadas cartas indicadas en el tablero de juego; por otra, ser el primero en jugar todas las cartas de la mano.

3.Número de Jugadores
En una partida de Pope Joan puede participar un número cualquiera de jugadores, aunque lo más adecuado es que sean de tres a ocho los jugadores participantes.

4.Tipo de Baraja
Para jugar a Pope Joan se utiliza una baraja inglesa, sin comodines, de la que se retira el ocho de diamantes, por lo que sólo quedan 51 cartas para jugar.

5.Valor de las Cartas
Las cartas no tienen ningún valor específico. De ellas sólo interesa su orden, ya que deben ser jugadas de acuerdo con él.

Las cartas se ordenan por palos desde el as (la inferior) al rey (la superior): as, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, jota, dama y rey.

Una carta sólo puede iniciar una serie o jugarse después de la anterior de acuerdo con el orden indicado. Después de cualquier rey no puede jugarse ninguna carta del palo, ya que ésta es la última. Por consiguiente, después de jugar un rey, debe jugarse una carta cualquiera de otro palo. Lo mismo sucede después del siete de diamantes, ya que el ocho de ese palo no está en el mazo que se utiliza en el juego de Pope Joan, motivo por el cual el nueve de diamantes es el inicio de una nueva serie de cartas.

El orden de las cartas es el siguiente:

as
dos
tres
cuatro
cinco
seis
siete
ocho
nueve
diez
jota (J)
dama (Q)
rey (K)

6.Vocabulario Específico
  • Intriga: Combinación de la jota y la dama de triunfo.
  • Juego: Cada una de las manos de una partida. Casilla del tablero con los premios destinados al jugador que termina sus cartas.
  • Matrimonio: Combinación del rey y la dama de triunfo.
  • Parada: Cada una de las cartas que se encuentran en el montón extra de cartas al inicio del juego y que detiene una serie de cartas del palo. El siete de diamantes y los reyes son siempre paradas.
  • Pope: El nueve de diamantes.
  • Stop: Parada.
  • Triunfo: Uno de los palos de la baraja que se determina por medio de la última carta del reparto y que da un valor especial algunas de las cartas de ese palo (as, rey, dama, jota), ya que al jugarlas se obtiene un premio representado por las fichas que se encuentran en la casilla homónima del tablero.
  • Vestir: Colocar, por parte de los jugadores, las fichas en juego en las distintas casillas del tablero al inicio de cada mano.


7.Pope, Matrimonio e Intriga
Además de las 51 cartas, para jugar a Pope Joan se utiliza un tablero y fichas.

El tablero de Pope Joan se compone de ocho casillas: as, rey, dama, jota, nueve de diamantes (pope), intriga, matrimonio y juego. Este tablero puede ser una sencilla hoja en la que se han señalado estas indicaciones, una serie de platillos o depósitos en los que colocar las fichas, o bien un elaborado trabajo en madera o cerámica, como los que fueron empleados durante la época victoriana inglesa, época de mayor vigencia de este juego.

Las casillas del as, rey, dama y jota corresponden a estas figuras del palo de triunfo, que se determina por medio del palo de la última carta que se da en el reparto inicial. En este juego el palo de triunfo tiene un sentido distinto al habitual en el resto de juegos de bazas. Aquí el palo de triunfo sirve «sólo» para ganar las fichas que se han colocado en las cuatro casillas indicadas, al jugar las cartas correspondientes de dicho palo.

La casilla del matrimonio corresponde a la combinación del rey y la dama del palo de triunfo. La de la intriga, a la dama y la jota de ese mismo palo. La casilla de la papisa (pope) es la de esta carta, el nueve de diamantes.

La octava casilla, juego, hace referencia al juego en disputa.

Al inicio de cada juego, cada jugador, el dador incluido, debe vestir el tablero con quince de sus fichas, lo cual significa que debe colocar seis fichas en la casilla de pope, dos fichas tanto en la de matrimonio como en la de intriga, y una ficha en cada una de las cinco casillas restantes, que corresponden a juego y a las cuatro cartas de triunfo.

8.Inicio
El primer dador se establece por sorteo; en los siguientes juegos, el dador es el jugador que ha resultado ganador en el juego anterior. Después de vestir el tablero, el dador reparte las 51 cartas del mazo de una en una y en sentido horario entre los jugadores, más un montón extra que no es de ningún jugador (no importa si a algunos de los jugadores les corresponde una carta más que a otros). Las cartas del montón extra, el que no es de ningún jugador, se denominan stops, o paradas, ya que detienen la serie de cartas de un palo.

El dador muestra la última carta del reparto (esta carta es del montón extra, por lo que también es una parada) para que los jugadores conozcan el palo de triunfo. Si esta carta es una de las cuatro que tienen una casilla en el tablero (as, rey, dama o jota), el dador recoge las fichas que hay en esa casilla. Tras estos preliminares, el juego está dispuesto para desarrollarse.

9.Desarrollo
El jugador mano, que es el de la izquierda del dador si se juega en sentido horario, pone una cualquiera de sus cartas sobre la mesa. A continuación juega el jugador que tiene la carta siguiente del palo y así hasta que se llega a un rey (no tiene siguiente) o a una carta sobre la que ningún jugador puede jugar la siguiente por tratarse de una carta parada, es decir, una carta del montón extra de cartas (en un principio se desconoce qué cartas se encuentran en ese montón).

Cuando no se puede seguir una serie, el jugador que ha puesto la carta sobre la que no se puede jugar la siguiente, juega otra carta con la que da comienzo a una nueva serie de cartas. Cuando en el transcurso del juego, un jugador juega la pope (nueve de diamantes), el as, el rey, la dama o la jota de triunfos, se lleva las fichas que se encuentran en la casilla del tablero correspondientes a la carta jugada. Si el mismo jugador juega la jota y la dama de triunfos, también se lleva la intriga. Por último, si un mismo jugador juega la dama y el rey de triunfos, se lleva el matrimonio. El primer jugador que consigue jugar todas sus cartas termina el juego, toma la ficha de esa casilla y cada uno de los demás jugadores le da una por cada carta que le queda en la mano, excepto el jugador que aún tenga la pope por jugar, que queda exento de ese pago (aunque no ha cobrado las fichas de esta carta del tablero).

El jugador que gana se convierte en el dador de la siguiente mano y se procede de nuevo a vestir el tablero.

Excepto las fichas de juego que se cobran al término de cada uno de ellos, las otras fichas pueden ir quedando en el tablero si no han sido jugadas las cartas que permiten cobrarlas, engrosando así los premios. Para repartir las fichas que quedan al final de la partida, se toma el mazo, se baraja y se corta. La primera carta determina el palo de triunfo. Las siguientes se van dando a los jugadores, de una en una en el mismo sentido del juego. Cuando a un jugador le corresponde una de las representadas en el tablero, cobra las fichas correspondientes; con la jota o el rey de triunfo cobra la mitad de la intriga o la mitad del matrimonio, respectivamente; con la dama de triunfo cobra las otras mitades de la intriga y del matrimonio.

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