por pedir permiso para terminar un juego y no poder: 100 puntos.
Todas estas penalizaciones se anotan negativamente en la columna de la pareja que incurre en ellas, y se resta de la puntuación que tenga. En caso de tener menor número de puntos positivos que negativos, la puntuación acumulada será negativa. En ningún caso las penalizaciones de una pareja son puntos para la pareja contraria.
Cartas penalizadas. Si un jugador muestra alguna de sus cartas, bien porque se descarte de más de una carta, bien por querer abrirse y no poder (al no alcanzar la puntuación mÃnima) o por cualquier otra circunstancia (que se le caigan las cartas sobre la mesa, por ejemplo), las cartas expuestas quedarán penalizadas y deberán dejarse en la mesa a la vista de todos los jugadores. Estas cartas podrán servir para hacer combinaciones que se expondrán sobre la mesa y cuyo valor en puntos cobrará la pareja que los tenga, pero no podrá volverlas a colocar junto a las otras cartas de la mano. Puede decirse que, al ligarlas, dejan de estar penalizadas.
Cuando un jugador tiene cartas penalizadas debe usarlas para el descarte al final del turno, mientras no formen parte de ninguna combinación.
Si un jugador se descarta de más de una carta, el jugador siguiente tiene derecho a elegir la carta que más le convenga, quedando las demás cartas penalizadas.
Otras irregularidades del juego. Si un jugador toma del mazo carta fuera de su turno, deberá volver a colocarla en su sitio, excepto en el caso de que el jugador que toma la carta del mazo sea el siguiente al que está jugando, dándose la toma de carta como válida (por lo que no podrá tomar el pozo, sea cual sea la carta que eche el jugador que tiene el turno) y debiendo hacer el descarte el que estaba jugando.
Se llama pozo al montón de cartas que se forma, usualmente junto al mazo, con los sucesivos descartes de los jugadores al terminar cada uno de sus turnos de juego.
A lo largo del juego, sólo puede verse la carta superior del pozo. �ste nunca puede examinarse y sólo puede tocarse para tomarlo o componerlo, o sea, para colocar las cartas de modo que queden bien apiladas y sólo pueda verse la superior.
Cómo tomar el pozo. Para poder tomar el pozo es necesario poder combinar su carta superior inmediatamente. Esta combinación debe ser de cartas del mismo Ãndice (inicio de canasta) y no puede ser de cartas consecutivas (escalera o inicio de samba); estará formada por las cartas que se tenÃan en la mano y la carta superior del pozo, y quedará expuesta en la jugada en la que se toma el pozo.
Aunque no puede tomarse el pozo con otras dos cartas que formen escalera con la superior del pozo, sà puede tomarse si esta carta liga con una escalera ya expuesta, igual que con una combinación inicial de canasta. Es decir, no puede tomarse para formar las tres primeras cartas de la escalera, pero sà para completarla una vez se ha expuesto el inicio de la escalera. Hay que tener en cuenta que el turno se inicia con la toma de cartas, por lo que no puede exponerse primero la escalera, aunque sea de tres o más cartas, y luego tomar el pozo ya que la carta superior liga con la escalera.
El objeto de echar un comodÃn al pozo es impedir que el siguiente jugador pueda tomarlo. En este sentido, el comodÃn actúa como una carta tapón.
Al poner un comodÃn en el pozo, además de taponarlo para el siguiente jugador, se premia. Un pozo premiado sólo puede tomarse si se tienen dos cartas iguales (sin comodÃn) a la superior. Es decir, ha de cumplirse la misma condición que la primera vez que se toma.
Un pozo premiado deja de estar taponado una vez se ha cubierto el comodÃn, pero no deja de estar premiado, por lo que la condición de necesitar dos cartas iguales a la superior para tomarlo no caduca.