Canasta

Página 4 de 6

12.El Pozo
El pozo reviste gran importancia en el juego de la canasta, ya que, a diferencia de lo que se hace en otros juegos basados en ligar cartas y descartarse, en éste no se toma simplemente la carta superior del pozo cuando interesa, sino que al tomar ésta hay que tomar el resto de cartas que forman el pozo, circunstancia que puede deparar agradables sorpresas al poderse formar varias combinaciones de cartas (lo cual permite acrecentar el número de cartas expuestas y, por tanto, el de puntos positivos), especialmente cuando la captura del pozo ha sido muy disputada. Para poder tomar el pozo deben cumplirse una serie de requisitos especiales.

Se llama pozo al montón de cartas que se forma, usualmente junto al mazo, con las sucesivas cartas de las que se descartan los jugadores al terminar cada uno de sus turnos de juego.

Después del reparto inicial, la carta superior del mazo se descubre y se coloca junto a éste para iniciar el pozo. Si esta carta fuera un comodín o un tres rojo, se levantaría otra carta del mazo para cubrirla. Esto deberá repetirse tantas veces coma fuere necesario, hasta que la carta superior del pozo sea una carta natural o un tres negro.

A lo largo del juego, sólo puede verse la carta superior del pozo. Este nunca puede examinarse y sólo puede tocarse para tomarlo o componerlo, o sea, para colocar las cartas de modo que queden bien apiladas y sólo pueda verse la superior.

Cómo tomar el pozo. Para poder tomar el pozo es necesario poder combinar su carta superior inmediatamente. Esta combinación, formada por las cartas que se tienen en la mano y la carta superior del pozo, quedará expuesta en la jugada en la que se toma el pozo.

Cuando se toma el pozo por primera vez en el curso de un juego parcial es necesario tenor, por lo menos, dos cartas iguales a la superior del pozo. Es decir, la primera vez quo se toma el pozo no puede hacerse con una carta natural y un comodín. Esta condición no rige después de la primera toma del pozo a lo largo del juego parcial, excepto si el pozo está premiado.

Para tomar el pozo también es necesario que uno de los dos miembros de la pareja haya salido, aunque estas dos jugadas -tomar el pozo y salir- pueden ser simultáneas y realizarse con las mismas cartas, incluyéndose la superior del pozo en la valoración de las cartas expuestas que se precisan para la salida.

Después de la primera toma, el pozo se puede tomar en cualquier turno si su carta superior es igual a alguna canasta o combinación de las que tienen los jugadores de la pareja a la que corresponde el turno de juego.

Nunca se puede tomar el pozo con dos comodines.

Pozo premiado: Se llama pozo premiado al que contiene algún tres rojo o algún comodín. La primera circunstancia sólo puede darse tras el reparto inicial, cuando la carta que se vuelve del mazo para iniciar el pozo es un tres rojo. Esta primera carta también puede ser un comodín, pero, a diferencia de los treses rojos -que no pueden ser jugados-, sí se pueden colocar comodines en el pozo.

Las cartas se colocan en el pozo siempre en el mismo sentido para que la superior cubra y oculte las que están se encuentran ella. Esto es también válido para los posibles treses rojos o comodines que puedan haber quedado en el fondo del pozo al iniciarlo. Pero si en el transcurso del juego se coloca un comodín en el pozo, se pondrá cruzado, de modo que siga sobresaliendo de él cuando sea cubierto por las siguientes cartas.

El objeto de echar un comodín al pozo es impedir que el siguiente jugador pueda tomarlo.

En este sentido, el comodín actúa como una carta tapón. Al poner un comodín en el pozo, además de taponarlo para el siguiente jugador, se premia. Un pozo premiado sólo puede tomarse si se tienen dos cartas iguales (sin comodín) a la superior. Es decir, ha de cumplirse la misma condición que la primera vez que se toma.

Un pozo premiado deja de estar taponado cuando se ha cubierto el comodín, pero no deja de estar premiado, por lo que la condición de necesitar dos cartas iguales a la superior para tomarlo sigue vigente.



13.La Salida
Una pareja sale cuando alguno de los dos jugadores expone sobre la mesa una o más combinaciones de cartas. La salida es la jugada en la que se hace esa primera exposición de combinaciones de cartas. Para poder salir es necesario que el valor de las cartas expuestas alcance un valor mínimo, que depende de la puntuación acumulada hasta ese momento de la partida por la pareja, de acuerdo con la siguiente tabla:

A: puntuación acumulada por la pareja en la partida hasta el momento de la salida

B: valor mínimo en puntos que deben tener las cartas expuestas en la salida

A B
Negativa 15
Entre 0 y 1.495 puntos 50
Entre 1.500 y 2.995 puntos 90
Igual o superior a 3.000 puntos 120

La salida de uno de los jugadores de la pareja sirve también para el otro miembro de la pareja. Es decir, una vez que su compañero ha mostrado combinaciones de cartas de valor suficiente para salir, el segundo jugador de la pareja puede mostrar combinaciones cualesquiera, sin que sea necesario que alcancen el valor mínimo establecido. A efectos de la valoración de la salida, sólo se tiene en cuenta el valor de las cartas expuestas en las combinaciones de esa salida, no las de los honores (treses rojos) o premios. Así, si se necesitan 90 puntos para salir, no basta con tener una canasta limpia para hacerlo (a menos que sea de ases), ya que el valor de las cartas que la componen no alcanza la puntuación necesaria. Como la carta superior del pozo debe ser utilizada inmediatamente en el momento de tomar el pozo, para poder tomarlo es necesario que uno de los componentes de la pareja haya salido. Sin embargo, la jugada de tomar el pozo y la de salir pueden ser simultáneas, es decir, utilizando las mismas cartas; en este caso, la carta superior del pozo forma parte de las combinaciones utilizadas en la salida y su valor se añade al del resto de las cartas expuestas.

14.Informaciones Válidas
La canasta debe jugarse sin hacer comentarios sobre las cartas que se tienen, pero están autorizadas algunas informaciones.

Se puede recordar al compañero, cuando intenta salir, el valor mínimo de las cartas que necesita para hacerlo.

También se puede preguntar al compañero, antes de que se haya descartado, si ha recuperado los treses negros.

Cualquier jugador, en su turno de juego, puede informarse del mínimo de puntos que cada pareja necesita para salir. También puede preguntar a cualquier jugador cuántas cartas le quedan en la mano, siendo obligatorio que le contesten y le digan la verdad.

Cuando quedan pocas cartas en el mazo, pueden contarse.

Es también posible pedir permiso al compañero para terminar el juego, siendo obligatorio contestar sí o no, sin más comentarios. En este caso, el compañero, antes de contestar, está autorizado para solicitar cualquiera de las informaciones mencionadas.

Es obligatorio advertir la circunstancia de que se está pumba, es decir, que sólo se tiene una carta en la mano.

Página 4 de 6
 

Paginas: