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El presidente dice : Señores, aquà llega este soldado que viene de la guerra derrotado, y pide con atención que todos le miréis con compasión; por eso en su nombre yo os suplico que le vistáis. Todos responderán: justÃsimo, justÃsimo; y prosiguiendo el que lleva el juego, principiando por el de su derecha, ¿qué le dará usted? Responde, v. g. zapatos; el que sigue sombrero, y asà los demás hasta concluir la rueda.
Ya tomada cada cual una prenda del vestuario, el presidente dirige a cada uno de los jugadores una conversación diciéndole, v. g. ¿pero es posible que usted no le haya de dar, más que zapatos? y éste le ha de contestar sólo con lo que ofreció, diciendo zapatos; pero no tiene sino una camisa, ¿no le podrÃa usted dar otra? y él siempre contestará zapatos; y si por descuido respondiese sà señor, no señor, está muy bien, se le dará o cosa semejante; y también si en lugar de lo que ha elegido dijese cualquiera otra cosa de las que tienen los demás, o que no haya entre los jugadores, pagará prenda.