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Habiendo entrado un ciego en una tertulia de señoras, engañado por el ruido, les dijo Saludo a las veinte y cuatro hermosas damas. Una de entre ellas le respondió : no somos veinte y cuatro ; pero si fuésemos cinco veces más de lo que somos, seríamos tan superiores a veinte y cuatro, como somos inferiores a este número. Se pregunta cuántas eran las damas. La resolución se hace con decir que eran 8, porque cinco veces 8 hacen 40, que excede a 24 en 16, así como 24 excede a 8 en igual número.