Los Abejorros Reglamentos: Juegos de Sociedad

Página 1 de 1

Estos insectos, que se cogen abundantemente en el campo, son de tiempo inmemorial juguetes y víctimas de la infancia. Preciso es que un niño se divierta, pero nunca haciendo daño a ser alguno. Por lo mismo se hubiera omitido este juego, a no ser susceptible de mejoras sin tanto daño del insecto. Sabido es el modo con que se les atraviesa un largo hilo a la extremidad del cuerpo, dejándolos después volar teniendo el hilo por el cabo.

En vez de este juego cruel, se pasa el hilo como un ceñidor bajo de las alas del abejorro: esto no le impedirá volar mejor y más tiempo, mediante a que no sufre. Para hacerlos servir de caballo, se toman los más grandes, se les ciñe con un hilo doble por bajo de las alas, y el extremo de él se sujeta a un carrito de naipe. Deben ser pares, y colocados a la derecha e izquierda del timón: bastan cuatro abejorros grandes, porque mayor número embarazaría el tiro, y por lo mismo conviene que los tirantes no sean muy largos, y que se cargue el carro con pajitas o pelotillas de papel, para que no lo vuelquen al tirar. Preparado todo así, se coloca el carrito sobre una piedra o tabla bien lisa: si no camina, se les pisa ligeramente la pata con la extremidad del dedo, y no tardará en andar la diligencia, dando de tiempo en tiempo algún salto por querer volar los caballos.

Página 1 de 1

Compartir:




Diccionario: