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Es necesario para este juego que el número de las cartas sea divisible por tres, y para hacerlo con más facilidad que sea non. Supuesto esto, se dice a cualquiera, enseñándole la baraja abierta, que piense una carta de las que hay en ella; y después se forman tres paquetes, de modo que la primera carta de la baraja empezando por arriba o por abajo, sea la primera del primer paquete, la que sigue la primera del segundo paquete, y la inmediata la primera del tercer paquete; volviendo a echar la cuarta sobre el primer paquete, la quinta sobre el segundo, y así las demás en el mismo orden.
La persona que ha pensado la carta tendrá cuidado de saber en qué paquete se encuentra, pues repartidas las cartas se le pregunta esto mismo. Se levantan los tres paquetes, teniendo cuidado de colocar en medio de los otros aquel en que se halla la carta pensada. Esta operación de repartir las cartas en tres paquetes y volverlos a reunir, se hace por tres veces, observando siempre el colocar en medio el paquete en el que recaiga la carta pensada. Supongamos que cada paquete se compone de siete cartas: será fácil conocer la carta pensada, porque al formar tercera vez los paquetes, será la quinta del paquete señalado.