La dama y el duende (Pedro Calderón de la Barca) Libros Clásicos

Página 48 de 62

y esta sospecha reporta
mi juramento y la acorta.
MANUEL: Pues. ¿qué, señora, os moviera
a encubriros de él?
ÁNGELA: Pudiera
ser tan principal mujer
que tuviera qué perder
si don Luis me conociera.
MANUEL: Pues, decidme solamente,
¿cómo a mi casa pasáis?
ÁNGELA: Ni eso es tiempo que sepáis
que es el mismo inconveniente.
BEATRIZ: (Aquí entro yo lindamente.) Aparte
Ya el agua y dulce está aquí.
Vuestra excelencia mire si...

Lleguen todas con toallas, vidr[i]o y algunas
cajas


ÁNGELA: ¡Qué error y qué impertinencia!
Necia, ¿quién es excelencia?
¿Quieres engañar así
al señor don Manuel
para que con eso crea
que yo gran señora sea?
BEATRIZ: Advierte...
MANUEL: (De mi crüel Aparte
duda salí con aquel
descuido. Agora he creído
que una gran señora ha sido
que por serlo se encubrió
y que con el oro vio
su secreto conseguido.)

Llama dentro don JUAN, y túrbanse
todas


JUAN: Abre aquí. Abre esta puerta.
ÁNGELA: ¡Ay, cielos! ¿Qué ruido es éste?
ISABEL: ¡Yo soy muerta!
BEATRIZ: ¡Helada estoy!
MANUEL: ¿Aún no cesan mis crüeles
fortunas? ¡Válgame el cielo!
ÁNGELA: Señor, mi esposo es aquéste.
MANUEL: ¿Qué he de hacer?
ÁNGELA: Fuerza es que os vais
a esconderos a un retrete.
Isabel, llévale tú
hasta que oculto le dejes
en aquel cuarto que sabes
apartado. ¿Ya me entiendes?
ISABEL: Vamos presto.

Vase


JUAN: ¿No acabáis
de abrir la puerta?
MANUEL: ¡Valedme,
cielos, que vida y honor
van jugadas a una fuerte!

Vase


JUAN: La puerta echaré en el suelo.
ÁNGELA: Retírate tú, pues puedes,
en esa cuadra, Beatriz.
No te hallen aquí.

Vase BEATRIZ. Sale don JUAN


¿Qué quieres
a estas horas en mi cuarto

Página 48 de 62
 

Paginas:
Grupo de Paginas:       

Compartir:



Diccionario: