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que no se logran jamás
con más gusto casamientos
que obra la desigualdad.
CUERPO Tuyo soy, pero aunque llores
he de hacer mi voluntad.
ALMA ¿Luego más que a mí la quieres?
CUERPO No digo quererla más,
pero...
ALMA No prosigas, que eso
está conocido ya,
puesto que a ninguna dama
hasta hoy dijo su galán:
«Más que a mi alma te quiero»,
que no dijese verdad;
pues si cuando ofende a Dios
en los brazos que la da
aborrece al Alma, es cierto
que no es de su amor lealtad
quererle allí mas que al Alma,
pues quiere allí al Alma mal.
CUERPO Muy discreta eres; no quiero
ponerme contigo a hablar,
(Instrumentos, y cantan dentro la música.)
y más cuando en mis oídos
suena esa música ya.
CANTAN En las bodas del Cuerpo y el Alma,
siendo ella eterna, y siendo él mortal,
sólo un hijo que es de ambos la Vida
es quien los tiene forzados en paz.
(Salen EL PECADO y LA VOLUNTAD.)
VOLUNTAD Llenas de varios manjares
las mesas te esperan ya.
PECADO No hay deleite que no esté
convidado a tu solaz.
CUERPO Bien empiezas a servirme.
Siempre conmigo, de hoy más
forastero has de vivir.
VIDA ¡Qué placer!
ALMA ¡Y qué pesar!
CUERPO ¿No vienes, esposa?
ALMA Sí.
PECADO En fin, ¿concurriste ya
en sus deleites?
ALMA Es fuerza,
porque para conservar
esta Vida entre los dos,
ya soy suya al bien y al mal.
PECADO Eso basta a mi esperanza.
Volvé a tañer y a cantar.
(Éntrase y queda EL ENTENDIMIENTO.)
CANTAN En las bodas del Cuerpo y el Alma, etc.
ENTENDIMIENTO Bien atrás quedarme intento,
pues puede a esta Vanidad
yendo con la Voluntad
ir sin el Entendimiento.
¡Válgame el cielo! ¿Qué haré
que industria prudente sea
para que él conozca y crea