Pato

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El pato es un antiguo deporte que se practica en Argentina desde el siglo XII y que antes se practicaba como "corrida" o entretenimiento de los festejos que se celebraban en las distintas poblaciones y/o puntos del país, muchas veces con motivos religiosos.
Del desarrollo original de esa competencia, que de eso se trataba, fueron surgiendo problemas que la afearon; hicieron que se lo considerara un juego brutal; que las autoridades, tratando de preservar la integridad de los jugadores -y a veces de los espectadores, que elegían sus favoritos y los "defendían" aun con violencia- lo prohibieran.

Ya antes de esa medida la autoridad eclesiástica había tomado posición y manifestado su criterio. Pero, antes de continuar, veamos como era el juego en sus inicios.

Así las cosas durante mucho tiempo el juego fue prohibido hasta por edictos policiales en la provincia de Buenos Aires.

Es nuestro deber consignar que la Federación Argentina de Pato actual facilita el conocimiento del deporte que, practicado como un entretenimiento que se consideraba vulgar y brutal aun por los indios del norte del país, ha sufrido evoluciones tan grandes que costaría mucho reconocerlo.

Y, de la misma manera, en su momento, y luego de ser declarado juego nacional, el Estado, por su Dirección de Turismo, propendió al conocimiento del mismo al exterior, al punto que es usual que los dirigentes nacionales -que han hecho de aquellas "corridas" un juego de caballeros respetuosos, pero buenos jinetes, fuertes, diestros y ágiles, considerando cada una de las posibles alternativas del desarrollo de la competencia- reciban visitas de extranjeros que quieren penetrar tanto en la mecánica del juego como en sus reglas de caballerosidad.

Informan las mismas, en sus publicaciones -ellos han hecho casi todo lo que hay en todos los aspectos del juego- que la alusión más antigua, referida a lo que se llamaba "El Pato", tiene cerca de 400 años.

Obviamente tomaba su nombre del animal que se había elegido para utilizar como "prenda", metido en el interior de un cuero cosido, con asas, de las cuales se apoderaban los "rivales". . .
Cosido el cuerpo con el pato, que asomaba la cabeza adentro del mismo, los "jugadores" (si así se los puede llamar hoy), tenían que tomarlo de una de las asas, salir vencedores de los "ataques" de los rivales y llegar con cuero y pato al campo contrario.

Excusamos significar que el "campo" era grande y no sabemos si los relatos que hablaban de "una legua" no exageraban un poco. Pero... como siempre hicimos, en nuestro país y aun antes de ser nuestro, las cosas "a lo grande", podemos dar fe que eran grandes. Y restarle un poco de tamaño que pudo haber agregado la imaginación del autor o relator.


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