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labradas; estas piedras de diferentes tamaños, pues varían de ocho a diez
pies de alto, de dos a cuatro pies de ancho; y de dos a dos y medio de
grueso; todas ellas son de roca arenisca colorada que abunda en el camino
del Desaguadero [190] a Puno, y forma casi la totalidad de las orillas de
la Laguna al Sur; cubriendo las capas de carbón de piedra, allí
abundantes. Examinando con detención esas murallas, parece que el objeto
de esas piedras paradas hubiera sido servir como de estribos de las
murallas, pues los derrumbes y desmontes hacen creer, que de piedra a
piedra puestas a las distancias como de quince pies una de otra,
antiguamente ha existido una muralla construida de trozos de roca informe;
estos trozos en gran parte han sido removidos por los modernos Vándalos,
para construir sus actuales sucias chozas. Este terreno del Templo se
halla levantado como ocho pies sobre el nivel del terreno alrededor y su
lado. Este tiene un apéndice más bajo y del ancho, en todo su largo, de
diez y ocho pies. Casi al centro de este apéndice, y formando hacia el
Este un ángulo recto se halla una hilera recta de diez columnas monolitas,
puestas como quince pies una de otra, y todas las cuales existen paradas,
excepto una, creo que es la segunda, que se halla caída hacia al Sur; ésta
es de catorce pies de largo, cinco y cuarto pies de ancho, y como tres
pies de grueso. Entre las piedras paradas la más alta es también de