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-¿Yo adular? ¿Es adular decir la verdad?
-Cuando la verdad no es amarga, es una adulación manifiesta; corríjase usted de ese defecto, y nada de alabar, aunque sea una cosa buena, que ése no es el camino del bolsillo del público.
-Economice usted los versos -me dice otro-; pasó el siglo de la poesía y de las ilusiones: el público de las Batuecas no está ahora para versos. Prosa, prosa mordaz y nada más.
- ¡Qué buena idea -me dice otro- esa de las satirillas en tercetos! ¿Y seguirán? Es preciso resucitar el gusto a la poesía: al fin, siempre gustan más las cosas mientras mejor dichas están.
-¡Política -clama otro-; nada de ciencias ni artes! ¡En un país tan instruido como éste, es llevar agua al mar!
-¡Literatura -grita aquél-; renazca nuestro Siglo de Oro! Abogue usted siempre por el teatro, que ése es asunto de la mayor importancia.
-Déjese usted de artículos de teatros -nos responde un comerciante-. ¿Qué nos importa a los batuecos que anden rotos los poetas, y que se traduzca o no? ¡Cambios, y bolsa, y vales y créditos, y bienes N.... y empréstitos!
-¡Dios mío! Dé usted gusto a toda esta gente, y escriba usted para todos. Escriba usted un artículo jovial y lleno de gracia y mordacidad contra los que mandan, en el mismo día en que sólo agradecimiento les puede uno profesar. Escriba usted un artículo misantrópico cuando acaban de darle un empleo. ¿Hay cosa entonces que vaya mal? ¿Hay mandón que le parezca a uno injusto, ni cosa que no esté en su lugar, ni nación mejor gobernada que aquella en que tiene uno un empleo? Escriba usted un artículo gratulatorio para agradecer a los vencedores el día en que se paró el carro de sus esperanzas, y en que echaron su memorial debajo de la mesa. ¿Hay anarquía como la de aquel país en que está uno cesante? Apelamos a la conciencia de los que en tales casos se hayan hallado. Que den diez mil duros de sueldo a aquel frenético que me decía ayer que todas las cosas iban al revés, y que mi patriotismo me ponía en la precisión de hablar claro: verémosle clamar que ya se pusieron las cosas al derecho, y que ya da todo más esperanzas.