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Capitán. Sólo el nombre
me atemoriza.
Rey. ¿Atréveste, Leogario?
Leogario. Es el cielo, señor, mucho contrario.
Rey. ¡Oh, cobardes, oh, infames, hombres viles, 2075
indignos de ceñir templado acero,
sino de sólo adornos mujeriles!
Pues yo he de ser, villanos, quien primero
los encantos estraños y sutiles
deslustre de un cristiano, un hechicero. 2080
Mirad en mí, con tan valiente estremo,
que ni temo su horror, ni a su Dios temo.
Aquí se ha descubierto una boca de una cueva, lo más horrible
que se pueda imitar, y dentro della está un escotillón, y en
poniéndose en él Egerio, se hunde con mucho ruido, y suben
llamas de abajo, oyéndose muchas voces.
Polonia. ¡Qué asombro!
Leogario. ¡Qué prodigio!
Filipo. ¡Qué portento!
Capitán. Llamas el centro de la tierra espira. Vase.
Leogario. Los ejes rotos vi del firmamento. Vase. 2085
Polonia. El cielo desató toda su ira. Vase.
Lesbia. La tierra se estremece y gime el viento. Vase.
Patricio. La mano vuestra, gran Señor, admira
vuestros contrarios. Vase.
Filipo. ¿Quién será el sin juicio
que entre en el purgatorio de Patricio? Vase. 2090
TERCERA JORNADA
Del Purgatorio de S. Patricio
[CUADRO I]
Salen Paulín y Ludovico.
Paulín. Algún día había de ser,
pues fue fuerza que llegase,
el que yo te preguntase
lo que pretendo saber.
Ve conmigo. Yo salí 2095
de mi cabaña a enseñarte
el camino, y a la parte
donde te embarcaste fui.
Allí otra vez me dijiste:
«a mi mano has de morir 2100
o conmigo has de venir»,
y, como a escoger me diste,
escogí del mal el más,
que fue venirme contigo,
a quien como sombra sigo 2105
en cuantas provincias has
discurrido: Italia, España,
Francia, Escocia, Ingalaterra;
y, en efeto, no hubo tierra
que, por remota y estraña, 2110